La lista de las plantas de moda para decorar interiores y exteriores es muy amplia y variada. Pero no hay dudas de que el singonio, en cualquiera de sus variedades, no puede faltar.
Así como hace un tiempo te presentamos su versión más delicada (el singonio rosado), ahora llegó el turno de su versión más elegante, el singonio marmolado.
Singonio (syngonium podophyllum) es un género botánico de la familia de las aráceas que incluye más de 30 variedades distintas, entre las que se destaca nuestra candidata de hoy.
Originaria de América del Sur, Syngonium podophyllum albo-variegatum (su nombre científico) se consagra como una de las plantas más buscadas de la temporada gracias a la variegación blanca en sus hojas, lo que la convierte en una "joyita" para decorar interiores.
Pero además de su indiscutido atractivo, su increíble resistencia y escasos cuidados la convierten en una de las plantas más recomendadas para quienes quieren dar sus primeros pasos en el mundo de la jardinería.
Cómo cuidar un singonio marmolado
- Luz: si bien puede crecer sin problemas en espacios con poca luz, prefiere un lugar bien iluminado pero sin sol directo, especialmente para que no pierda el color variegado blanco de las hojas.
- Ubicación: en interiores cerca de una ventana con luz tamizada y evitando las corrientes fuertes de aire.
- Temperatura: prefiere las más cálidas que oscilen entre los 16 °C - 21 ºC mientras que no tolera aquellas inferiores a los 15 °C.
- Riegos: es fundamental que sean moderados ya que no tolera el exceso de agua. Se recomienda hacerlo antes de que el sustrato llegue a secarse por completo y siempre evitando los encharcamientos. Se pueden pulverizar sus hojas con frecuencia para brindarle una buena humedad.
- Sustrato: debe ser rico en nutrientes y contar con un buen drenaje que evite los encharcamientos.
- Fertilizante: si bien no es necesario, se le puede aplicar abono líquido durante los meses de primavera y verano.
- Plagas y enfermedades: a pesar de su buena resistencia, es una planta que puede ser atacada por las típicas plagas de invernadero: cochinillas, trips y ácaros.