Podríamos pasar horas mirando las hortensias: son tan lindas, tan decorativas, tan románticas, tan alegres... Y justamente esas características, sumadas a su facilidad de cultivo, son las que la convierten en una de las plantas más difundidas y cultivadas.
Por eso si estás en plan de llenar de color tus espacios exteriores o estás buscando alguna flor con mucho atractivo que se destaque por sí sola, las hortensias son tu mejor opción.
La flor con "mala prensa" que hoy está de moda
A pesar de que hoy conquistan patios, jardines, balcones y terrazas, por años, los muy supersticiosos evitaban plantar hortensias en sus jardines. ¿Quién no escuchó el saber popular que decía que las niñas que crecían en casas donde había plantadas hortensias, difícilmente llegaran al altar?
Por suerte, esas supersticiones quedaron atrás (o simplemente no nos importa mucho si llegamos o no al altar) y las hortensias volvieron a ser valoradas en cualquiera de sus variedades.
Hortensias (Hidrangea macrophylla)
El nombre científico de las hortensias es Hidrangea macrophylla y se trata de una especie arbustiva de tamaño mediano originaria de Asia.
Cuando llega la temporada de primavera-verano, estas plantas comienzan a florecer y a conquistar tanto interiores como exteriores. Aunque según el Feng Shui, las hortensias son plantas que roban la energía y que es mejor cultivar en el exterior.
Cómo cuidar las hortensias
- Ubicación: Prefieren estar ubicadas a pleno sol y en algunos casos, en sombra parcial. En zonas de clima muy seco necesitan más sombra.
- Temperatura: Las hortensias son plantas resistentes a las bajas temperaturas (en nuestra zona toleran hasta -5º C).
- Riegos: Deben ser frecuentes pero moderados. En primavera y verano se recomienda hacerlo prácticamente a diario ya que el objetivo principal es siempre mantener la tierra húmeda (pero nunca encharcada). Regarlas con agua de lluvia es una muy buena opción para evitar que el sustrato se vuelva alcalino, de lo contrario, se puede usar agua destilada.
- Sustrato: Necesitan suelos bien drenados, húmedos y fértiles. La mejor opción es aquella que incluya mantillo de hoja o pinocha para bajar el pH. Si se cultiva en maceta, se recomienda cambiar el sustrato cada dos años.
- Fertilizante: Agradece abonos orgánicos, como compost, estiércol bien descompuesto, o abonos de síntesis de liberación lenta. También se recomienda colocarle un abono rico en fósforo y potasio para mejorar y potenciar su característica floración.
- Poda: En invierno se recomienda podarlas para que resurjan con todo su potencial en primavera.
- Multiplicación: Se realiza a través de esquejes obtenidos en verano.
El particular color de las hortensias
Hay una particularidad especial que distingue a las hortensias del resto de otras especies: sus flores pueden cambiar de color según el pH (nivel de acidez) del suelo. Si éste es ácido, viran hacia los tonos azules, si es alcalino, hacia los blancos, y si es neutro, se vuelven más rosadas.
Sin embargo, es importante tener en cuenta que estas alteraciones son progresivas. Esto significa que se puede acentuar el color o realizar cambios graduales, pero no cambiar una hortensia de color azul en una de color rosa o viceversa.
Un dato no menor, es que los resultados sobre los cambios de color en las hortensias son mejores en aquellas plantas que se encuentran cultivadas en macetas.
Cómo cambiar y potenciar el color de las hortensias
"Para favorecer la aparición de pigmentos de color azul en los pétalos de las flores de las hortensias, debemos introducir hierro o aluminio en la raíz de la planta. Para ello, lo mejor es recurrir al sulfato de aluminio. Se pueden comprar en pastillas y agregarlas al agua de riego durante el tiempo que marque el fabricante escogido. La proporción que debemos seguir es de 10 gramos de sulfato de aluminio por 5 litros de agua. Luego de realizar esta tarea, es importante utilizar abonos ricos en potasio y pobres en nitrógeno y fósforo, ya que podrían afectar en el resultado buscado", explican desde Guía de Jardinería.
"En caso de que estemos interesados en obtener flores de color rosa, se puede aplicar pimentón molido en la raíz de la hortensia, cenizas de madera o nitrato de calcio. De esta manera, se elevará el PH de la tierra en la que se encuentra la planta. Para su mantenimiento, se necesita un abono rico en nitrógeno y fósforo y pobres en potasio", explican desde el sitio.
Ahora bien, si por el contrario se quiere vestir de blanco el jardín con hortensias, se debe elevar el PH de la tierra hasta un nivel de 8 puntos. Para lograrlo, nada mejor que utilizar abonos con alto contenido de nitrógeno y fósforo.
"Cuando las flores aparecen con tonos apagados, puede significar un exceso de cal en el agua de riego. En estos casos, se recomienda evitar regarlas con este tipo de líquido y hacerlo con agua mineral. A medida que vaya desapareciendo la cal de la planta, ésta se irá recuperando. También se puede recurrir a múltiples complejos vitamínicos que existen en el mercado y que, agregados al agua, resultan especialmente interesantes para lograr su pronta recuperación", concluyen desde Guía de Jardinería.
