Seguramente lo viste o sentiste su aroma alguna vez. En Argentina lo conocemos como jazmín paraguayo pero su nombre científico es Brunfelsia australis.
Este arbusto colorido y perfumado es uno de los favoritos de siempre, ya que además de ser fácil de cuidar tiene la particularidad de que sus flores cambian de color a medida que pasan los días: del violeta pasan a tono azul suave para finalmente llegar a un delicado blanco que contrasta con sus hojas verdes.
Su espectacular floración se da en los meses de septiembre, octubre y noviembre, transmitiendo un aire primaveral único.
Es ideal para colocar en sectores sociales del patio o jardín, ya que desprende un perfume irresistible y atrae mariposas.
Nativo de América del Sur, crece en forma de "globo" y puede alcanzar los 1,5 metros de altura. Sus hojas alternas, simples y cortamente pecioladas de color verde brillante.
Cómo cuidarlo
- Luz y ubicación: en exteriores a semi sombra o pleno sol, evitando los rayos directos en las horas más intensas.
- Temperatura: muy sensible al frío y a las heladas. Se recomienda protegerlo de aquellas inferiores a 10 °C.
- Riego: abundante pero sin encharcar, aumentando la frecuencia en verano.
- Sustrato: suelto, rico en nutrientes y con un buen drenaje que evite los encharcamientos.
- Fertilizante: agradece un abono orgánico en primavera.
- Poda: ligera después de la floración.
- Multiplicación: por esquejes leñosos después de la floración.
- Plagas: sensible a la mosca blanca y a las hormigas.