La primavera está más que instalada y falta cada vez menos para darle la bienvenida oficial al verano.
En esta época, los espacios exteriores comienzan a ponerse a tono con las últimas tendencias y las plantas poco a poco se apoderan de todos los rincones para llenarlos de vida y permitirnos disfrutar al máximo de la temporada de aire libre. Y es que después de todo, un poco de sombra, aromas, texturas y colores, no pueden faltar.

Los jazmines -en cualquiera de sus variedades- son una de las especies más elegidas para tener en el jardín. No sólo por su exquisito aroma, sino también por su increíble y delicado potencial decorativo.
Aprovechando el inicio de la Semana Deco Para Ti hicimos esta lista con los cinco jazmines más lindos y fáciles de cuidar, para que elijas el que más te guste y te animes a sumarlo a tus espacios exteriores.

1. Jazmín paraguayo (Brunfelsia australis)
Esta variedad de jazmín es una de las más populares y seguramente lo viste o sentiste su aroma alguna vez. En Argentina lo conocemos como jazmín paraguayo pero su nombre científico es Brunfelsia australis.
Se trata de un arbusto colorido y perfumado, que además de ser fácil de cuidar tiene la particularidad de que sus flores cambian de color a medida que pasan los días: del violeta pasan al azul suave para finalmente llegar a un delicado blanco que contrasta con sus hojas verdes. ¡Divino!
Se recomienda plantarlo en espacios a pleno sol o semi sombra, evitando los rayos directos del sol en las horas más fuertes, y ofrecerle un suelo rico en nutrientes y bien drenado. Los riegos deben ser frecuentes y abundantes pero sin encharcar.

2. Jazmín de leche (Trachelospermun jasminoides)
Es una de las plantas trepadoras más populares gracias a su delicadeza y evocador perfume. Sus tallos son leñosos y retorcidos, y cuenta con hojas de color verde de hasta 10 cm de largo. Sus flores son divinas: parecen estrellas y florecen con todo su esplendor en primavera y en verano.
Si bien sus cuidados son relativamente sencillos, agradece una buena dosis de luz solar y un sustrato bien drenado para poder desarrollarse correctamente. Sus riegos deben ser frecuentes en verano, reduciendo la frecuencia en invierno y en otoño.

3. Jazmín azórico (Jasminum azoricum)
Esta variedad de jazmín es un arbusto apoyante que cuenta con hojas persistentes y opuestas, y delicadas flores blancas perfumadas de cuatro pétalos. Es perfecto para pérgolas y muros. Eso sí, no trepa por sí solo, por lo que se debe utilizar un tutor como guía.
Es súper resistente a las heladas y se desarrolla mejor en espacios a la semisombra. Su sustrato debe contar con un buen drenaje y sus riegos deben ser frecuentes en primavera y en verano, mientras que en invierno se recomienda espaciarlos.

4. Jazmín del cabo (Gardenia augusta)
También conocido por su nombre científico como Gardenia augusta, es un arbusto ornamental de porte redondeado que ofrece bellísimas y perfumadas flores de cinco sépalos de color blanco, similares a una rosa.
Para poder crecer y desarrollarse correctamente, necesita estar ubicado en un espacio bien iluminado pero sin sol directo. Agradece un sustrato ácido, húmedo y con un buen drenaje que evite los encharcamientos. Se recomienda regalarlo cada cuatro días en verano y una vez por semana en invierno.

5. Jazmín chino (Jasminum polyanthum)
Este tipo de jazmín es uno de los más conocidos (y favoritos). Es perfecto para pérgolas, columnas y muros, siempre y cuando se le ofrezca un tutor por donde trepar. Su mayor atractivo son sus delicadas flores blancas, con tintes rojizos en la parte exterior, y un exquisito perfume.
Se recomienda ofrecerle un sustrato rico en nutrientes y bien drenado, así como también ubicarlo en un espacio a la semisombra. Los riegos deben ser moderados, siempre evitando los encharcamientos.
