Hygge es un término danés que viene a expresar todo aquello que transmite felicidad y bienestar. Se traduce como acogedor y promueve la creación de ambientes simples pero 'felices' en los que reinen los objetos y materiales naturales, los colores suaves y la sencillez por sobre todas las cosas.
Si bien es un estilo de decoración -y de vida- que tiene sus años, sigue vigente y parece que va para largo. Sobre todo en estos tiempos en los que pasar mucho tiempo en casa se convirtió en un hábito y contar con un espacio que transmita una dosis de bienestar, resulta fundamental clave. Y los daneses sí que la tienen clara: son la sociedad más feliz del mundo y su estilo de decoración, inspira al mundo entero.
Claves para aplicar el estilo hygge en la decoración de interiores
El uso de colores claros y suaves es fundamental. Blancos, beiges, cremas, grises, pasteles y tonos tierra, contribuyen a crear una atmósfera más acogedora, serena y libre de estrés. Incluso los daneses apuestan a crear espacios monocromos o simplemente con pocos colores suaves pero que combinen en armonía.
La madera y los objetos de fibras naturales son esenciales y no pueden faltar en los ambientes con este estilo ya que serán los encargados de aportar una dosis extra de calidez y contribuyen al contacto con la naturaleza en su estado más puro.
La madera siempre es protagonista, tanto en pisos como en techos y en diferentes muebles. Y los textiles naturales como lana, lino o algodón también son clave y suelen estar presentes en alfombras, almohadones, mantas nórdicas, etc.
Los objetos decorativos de fibras también son un ítem clave para el estilo hygge, sobre todo aquellos de rattán, mimbre y bambú.
Es clave rodearse (moderadamente) de diferentes objetos o accesorios que signifiquen algo especial, que cuenten una historia, o que simplemente influyan positivamente y que tengan el poder de transmitir una buena dosis de bienestar.
Crear un espacio especial es característico del estilo hygge. Incluso puede ser un rincón de relax conocido como "hyggekrog" rodeado de almohadones, guirnaldas de luces cálidas, mantas abrigadas, etc.
La clave es que sea un lugar que contribuya a desconectar de la rutina diaria, ideal para tomarse un respiro del mundo exterior y conectarse con uno mismo.
Las plantas son un elemento natural que no debería faltar en los ambientes que siguen esta filosofía danesa. Ellas van a ser las encargadas de llevar el verde intenso a los ambientes, además de contribuir a la calidez y conexión directa con la naturaleza en su estado más puro.
Aprovechar al máximo la iluminación natural también es uno de los puntos que promueve este estilo. Para eso, recomienda evitar el uso de cortinas (o abrirlas durante el día) para poder aprovechar la luz solar incluso en los días más fríos del año.
Las luces de un color cálido y las velas con ricos aromas, también son fundamentales para disfrutar de un ambiente acogedor.
Evitar el exceso de decoración y los ambientes cargados es otro ítem importante, ya que este estilo promueve espacios en los que reinen la sencillez.