La madera es un material que da mucha calidez a cualquier espacio, pero es muy porosa. Absorbe todo a lo que se la exponga: agua, productos de limpieza, etc. Por eso, es fundamental darle una protección adecuada. De lo contrario, se puede pudrir, hinchar, agrietar y hasta cambiar de color.
En esta nueva edición de Guía práctica de deco, la arquitecta e interiorista Constanza Delgado (@arq.constanzadel) nos cuenta cuáles son.
Barnices
El barniz es un acabado muy versátil que puede usarse en marcos de ventanas, muebles, revistiendo fachadas, en estructuras, vigas, columnas.
Los barnices forman una película que cubre los poros de la madera resaltando las vetas y el color natural. Al cerrar los poros, la madera no transpira y tampoco permite que penetre nada hacia el interior, por eso resulta un acabado muy protector.
Se suele optar por este acabado cuando además de proteger la madera se la quiere embellecer.
Existen 2 tipos:
- Al agua: No tienen olor, secan rápido y se diluyen con agua.
- Sintéticos: Desprenden olor, se diluyen en solvente y tardan más en secar. La ventaja es que son mas resistentes que los barnices al agua!
- Además, hay 3 tipos de acabados: brillante, mate y satinado.
El barniz protege principalmente de manchas y acumulación de polvo
Laca
La laca es otro tipo de recubrimiento que se aplica sobre la madera para protegerla y mejorar su apariencia. Se trata de un recubrimiento duro y resistente al agua y al desgaste.
Se puede aplicar en muebles, pisos y otros objetos de madera que se quiera proteger del desgaste diario. A diferencia del barniz, la laca se seca mas rápido y tiende a tener un acabado más brillante.
La laca es más adecuada para interiores y el barniz para exteriores, superficies que necesitan resistir al desgaste. El barniz tiende a ser más duradero que la laca, es más resistente a la abrasión y a la exposición de los rayos UV.
Por lo tanto, la elección entre uno u otro va a depender de las condiciones ambientales, del lugar donde se lo vaya a aplicar y de las preferencias estéticas.
Aceites
A diferencia del barniz o la laca, el aceite no sella el poro de la madera sino que lo mantiene abierto. Es decir que la madera se adapta a la humedad ambiental.
Los aceites impregnan la madera nutriéndola y protegiéndola. Son fáciles de aplicar y mantener.
El aceite crea una impermeabilización que repele el agua.
Es ideal para muebles de interior o exterior tanto como protección como acabado estético. El aceite brinda una superficie satinada, suave al tacto y muy agradable.
Cuando los muebles están en el exterior, evita los cambios de color que produce la humedad y los rayos UV. Es importante volver a aplicar el aceite cada cierto tiempo, en especial cuando se trata de muebles de exterior.
Los acabados al aceite resaltan la veta y la belleza de la madera. Tienden a resaltar muy bien el carácter de la madera. El aceite deja un acabado con tacto a madera y más mate que el barniz.
Ceras
Existen 3 tipos de ceras: en forma líquida, en pasta o solidas. Las ceras no penetran en la madera por lo tanto no son muy protectora. Se utilizan por lo general para dar una mejor terminación. Aportan brillo y una sensación agradable. Dan un acabado de aspecto suave y rustico.
Se utilizan en áreas que no estén expuestas a la intemperie. Al igual que los aceites hay que volver a aplicar cera de forma regular, esto dependerá del uso.
Hay ceras transparentes que se usan para mantener el tono natural de la madera. Ceras blancas que aportan una delicada pátina blanca y cera más oscura para lograr un efecto envejecido.
La cera no aísla completamente la madera por lo tanto si se moja hay que limpiarla inmediatamente.
Fuente: IG: @arq.constanzadel
www.constanzadel.com
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