A la hora de diseñar o reformar la cocina, la instalación de equipos para la purificación del aire, es esencial. Y es que la mayoría de las veces, los olores quedan impregnados en el ambiente generando una sensación poco agradable y opacando la actividad que debería ser placentera como es el acto de cocinar.
En esta nota, la Arquitecta Emilce Palladino (emipalladino_arq), comparte una pequeña guía con las principales características, diferencias, pros y contras de estos artefactos imprescindibles.
Campanas
Las campanas aspiran el aire y lo expulsan al exterior a través de una salida. Actualmente, el mercado ofrece múltiples opciones en cuanto a diseño, por lo que se pueden adaptar sin problemas a cualquier estilo decorativo que predomine en el ambiente. Su limpieza es práctica ya que no contienen filtros.
En cuanto a valores suelen ser la opción más cara, incluso pueden llegar a superar el doble del valor de los otros dispositivos. Al ser de tamaño grande, no adecuadas para casas pequeñas y departamentos.
Purificadores
Este tipo de artefacto funciona mediante el reciclaje del aire devolviéndolo limpio. Para la decoración, ofrecen una mayor variedad en cuanto a diseño ajustándose fácilmente al estilo de la cocina. Su precio es mucho menor que el de las campanas, son más eficientes e ideales para espacios pequeños.
Algunas de las desventajas, es que tienen una menor potencia con respecto a las campanas y requieren una limpieza mensual, por lo que es clave prestar atención a su mantenimiento.
Extractores
Los extractores traen el aire fresco externo a través de sus tuberías. Tienen un costo muy bajo -similar al del purificador- y su instalación suele ser más económica. Es ideal para cocinas chicas ya que ocupa poco espacio.
A pesar de ser un sistema de limpieza que no acumula grasa, se debe limpiar con frecuencia. Su poder suele ser menor en comparación con los otros artefactos.