Además de los múltiples beneficios que redundan de tenerlas cerca, las plantas se convirtieron en grandes aliadas de la decoración y conquistan todos los ambientes de la casa. Livings, comedores, dormitorios, cocinas y hasta baños se visten de verde y se convierten en espacios más lindos, frescos y armoniosos.
Si bien existen muchísimas especies divinas, súper fáciles de cuidar y aptas para principiantes, todas coinciden en algo: necesitan de ciertos cuidados para mantenerse sanas y lindas. Y uno de los más importantes es el fertilizante (y si es orgánico ¡mucho mejor!).
Ventajas de los fertilizantes orgánicos
Los fertilizantes orgánicos, es decir, a base de productos naturales, aplicados en dosis correctas hacen que las plantas crezcan con más fuerza y se mantengan siempre espléndidas.
- Permiten aprovechar residuos orgánicos.
- Aumentan la actividad microbiana del suelo.
- Recuperan la materia orgánica del suelo favoreciendo así la retención de nutrientes.
- Mejoran la aireación, porosidad y drenaje.
Fertilizantes orgánicos para plantas de interior
- Compost casero o comprado
Es uno de los fertilizantes naturales más efectivos y populares. El compost se puede elaborar en casa fácilmente aprovechando los desechos de frutas, verduras, yerba, café, té, cáscara de huevo, césped cortado y ramas. Lo ideal es fertilizar las plantas de interior con esta técnica cada 45 días.
- Humus de lombriz californiana
Es otro de los mejores fertilizantes orgánicos. Además, es económico y fácil de conseguir en viveros. Se recomienda aplicar cada 45 días incorporándolo directamente en la tierra. Si es líquido lo ideal es aplicarlo con el agua de riego cada 15 días.
- Estiércoles secos
Al igual que el humus de lombriz, es uno de los fertilizantes más económicos y efectivos. Se puede comprar en viveros o directamente obtenerlo de animales. La frecuencia de aplicación es cada 60 días aproximadamente.
- Té de banana
Son una de las mejores opciones para aportar el potasio que tanto necesitan las plantas. Prepararlo es súper fácil: solo hay que hervir las cáscaras, se dejan enfriar y el líquido obtenido se aplica a las plantas a modo de riego. Es muy común aplicar este té en la época de floración, que es precisamente cuando más potasio precisa la planta.
- Pasto recién cortado
Al descomponerse rápidamente, el pasto recién cortado enriquece el suelo de nutrientes. La preparación es bastante sencilla, solo hay que llenar un recipiente de 20 litros con recortes de pasto, añadir agua y dejar reposar durante dos días. Luego diluir mezclando una taza de hierba líquida con 10 tazas de agua y aplicarla directamente sobre la base de las plantas.