El acero inoxidable es uno de los materiales favoritos al momento de elegir una olla o sartén. Es duradero, no se oxida, resiste las altas temperaturas y, dentro de todo, es fácil de mantener si se lo compara con otros materiales que ofrece el mercado actual.
Pero luego de varios usos, es normal que queden manchas y restos de comida. La buena noticia es que existen algunos trucos sencillos para que vuelvan a su estado original y queden relucientes. Acá te contamos cuáles son.
Cómo limpiar acero inoxidable
La mejor manera de prevenir la formación de manchas y quemaduras en ollas y sartenes, es llevar a cabo una rutina de limpieza a mano inmediatamente después de cada uso.
Para hacerlo, se recomienda utilizar una esponja suave para evitar que las manchas se incrusten en el material. ¡Pero ojo! Evitá frotarla con virulanas ya que podrían rayar la superficie.
También es importante dejar enfriar la olla o sartén antes de sumergirla completamente en agua fría. Esto se debe a que puede provocar un choque repentino de temperatura (también conocido como choque térmico), que puede causar deformaciones. Es igualmente de importante secarlas con un repasador suave, limpio y absorbente.