Antes de la reforma, este departamento de 61 m2 tenía una distribución espacial bastante particular: circulación, living, cocina integrada + lavadero, un dormitorio, un baño, una suite y, finalmente, un balcón que conectaba los ambientes.
Al entender los deseos del nuevo dueño, los arquitectos a cargo del proyecto se dieron cuenta de que estaba descontento con algunos puntos. Por un lado quería separar el lavadero de la cocina y por el otro aumentar el número de armarios en el dormitorio principal.
También buscaba un espacio más moderno y dinámico sin dejar de lado la calidez.
Así se renovó este departamento de 61 m2
Para satisfacer las necesidades del nuevo dueño, se adoptaron las siguientes soluciones. Dado que el lavadero es una frontera entre la cocina y el baño, se diseñó un mueble que reparte las funciones entre los dos ambientes.
De esta manera, se invierte también la posición del acceso al lavadero realizado a través del baño a partir de puertas mimetizadas en un panel, descubiertas sólo durante su uso.
En los nichos que dan a la cocina, se ubicaron están el microondas y la cafetera.
En cuanto al guardarropa, se eliminó el cierre de paneles de yeso dando lugar a los muebles deseados que ahora pertenecen a la habitación de los huéspedes, divididos en dos filas de estantes, cada uno frente a una habitación diferente.
Los elementos naturales y las texturas artesanales están presentes en todos los espacios.
El volumen que alberga el dormitorio fue pintado con un pigmento mineral gris y está abrazado por el piso/techo, ambos en madera de Tauarí.
El mismo techo delimita de forma sensorial los límites del living. Un estante metálico recorre el departamento, desde la parte superior del vestíbulo de entrada a la cocina y por toda la pared del living, agrupando varias formas de uso: exposición de objetos, plantas, barra, televisor, cajones y revistero.
A lo largo del tramo que recorre la cocina se encuentra un soporte para especias y adornos, además de esto, sostiene ligeramente el extractor de aire.
La isla de la cocina, realizada in situ, se cubrió con baldosas hidráulicas, un material hecho a mano. El mismo material aparece con diferentes estampados en ambos baños.
Para el balcón, se diseñó y ejecutó en carpintería un gran sofá que recorre la mayor parte del espacio.
Finalmente, la suite recibió un cabecero realizado con madera de demolición, pintado y patinado aludiendo a la madera de los barcos que navegan por Salvador - BA, la ciudad natal del residente.
Ficha técnica
Ubicación: Vila Mariana, Brasil
Arquitectos: Estúdio BRA
Superficie total: 61 m2
Fotos: Maura Mello
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