En el corazón del Ensanche de Barcelona, en un edificio construido en 1907 por el arquitecto Arnau Calvet i Peyronill, se encuentra este departamento de 180 m2.
Pero lo curioso, es que a pesar de su antigüedad no tiene alterada su distribución original, aunque sí algunos acabados de techos y suelos. Y es que la premisa central -tanto del cliente como del equipo a cargo de la reforma integral- que el pasado pueda salir al paso, en cada rincón.
Fue así que la renovación a cargo del estudio de arquitectura Nicola Tremacoldi, respetó siempre la premisa del máximo cuidado de los elementos históricos/artísticos existentes y, en la medida de lo posible, la recuperación de algunos de dichos elementos que se fueron escondidos/alterados en las anteriores rehabilitaciones.
También se fue buscando, poco a poco, el equilibrio entre el respeto a sus vidas anteriores y las exigencias de una contemporánea cotidianidad.
El recibidor, espacio generoso típico de los pisos del Ensanche Barcelonesa de principio del siglo XX, proyecta en el pasillo un eje de 20 mts de longitud que comunica todos los ambientes de la casa.
Este pasillo se aprovechó al máximo para distribuir todas las instalaciones. Y es en este espacio que se descubre, durante las obras y derribando el falso techo existente, la existencia del techo original.
Por esta razón se proyectó una cornisa abierta que deja la visión del techo original y al mismo tiempo esconde los conductos de climatización (aerotermia) y las bandejas que soportan las instalaciones eléctricas y de agua. Se aprovecha este vacío de la nueva cornisa para colocar la iluminación indirecta de los espacios de distribución.
La zona de día se soluciona generando un único espacio con la presencia de un machón estructural que se aprovecha para estructurar la circulación entre cocina, comedor y living.
Para hacer una cocina funcional y ergonómica se juntaron dos habitaciones. Se dejó el rastro físico de la pared que separaba los espacios y se aprovechó este elemento para caracterizar el espacio destinado a la cocina.
Alrededor de la isla de la cocina, se charla y se cocina entre amigos en un espacio que aúna el vértigo de tiempos pasados con el presente, y se proyecta hacia un futuro todavía no escrito.
Por otro lado, se aprovechó el espacio de la galería para generar una zona de estudio. Justo en frente de la cocina, se sitúa la habitación técnica del depto (despensa, lavadero e instalaciones).
El resto del piso se estructura con tres habitaciones, dos baños, un dressing y una especie de galpón.
Ficha técnica
Ubicación: Barcelona, España
Arquitectos: Nicola Tremacoldi
Superficie: 180 m2
Año: 2019
Fotos: Jordi Miralles
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