Desde que empezó el confinamiento en 2020 -y en 2021 también- trabajar o estudiar desde casa se volvió un hábito y, a veces, tarea cada vez más difícil por la falta de espacio y de privacidad.
Es así como Matías y Santiago, los (casi) arquitectos protagonistas de esta historia, vieron la oportunidad de aplicar todo lo que les apasionaba para solucionar un problema común de todos. Así fue como crearon Offis, un proyecto que permite en apenas cinco días, construir una “oficina en casa” -cómoda y con privacidad- o donde sea, en espacios exteriores.
“El proyecto surge a partir de una foto que me manda mi viejo por WhatsApp en 2019, con un módulo prefabricado similar al hacemos hoy en día pero que se hacía en algún lugar de Europa”, comienza contando a Para Ti DECO Santiago Fisher.
En ese momento se encontraba junto a su amigo Matías Sicardi -quien sería en un futuro muy cercano su socio- haciendo un intercambio de arquitectura en Italia.
Si bien en ese momento la idea le apasionó y rápidamente comenzó a escribir notas, quedó suspendida en el tiempo.
No fue hasta que volvió a Argentina, en marzo de 2020, sin trabajo, y en el contexto de cuarentena estricta, que volvió a surgir la idea. Nuevamente gracias a su papá: “Me mandó un mensaje con todo lo que estaba creciendo el home office por la pandemia y dije: ya está, es el momento”.
Así fue como puso manos a la obra y empezó a diseñar. En ese momento se dio cuenta de que solo no iba a llegar muy lejos, y así fue como el dúo de casi arquitectos volvió a juntarse una vez más pero esta vez, para emprender.
“Cuando se lo cuento a Mati le apasionó como a mí, y desde ahí somos un equipo los dos hombro con hombro”, asegura.
Si bien el dúo ya contaba con una amplia experiencia trabajando en constructoras, desde ese momento fueron seis meses a puro estudio y capacitaciones sobre todo en paneles SIC y en construcción en seco.
Fue en enero de 2021 cuando finalmente pusieron en marcha este plan innovador que actualmente no para de crecer. “Conseguimos lo necesario y salimos a construir el primer prototipo con nuestras propias manos en el jardín de mi casa. Finalmente era una realidad”, recuerda entusiasmado Santiago.
¨Buscamos una solución amigable con el medio ambiente, estética practica y rápida. Pudimos lograrlo en un tiempo bastante reducido”.
Lo primero es la consulta del cliente. A partir de eso se envía un PDF con toda la información detallada, se ofrece una visita al terreno y al showroom para que se puedan apreciar de cerca los materiales y el espacio armado. “Por lo general este es el punto de quiebre. La gente que viene a verlo se enamora”, asegura Santiago.
“Entramos un lunes y el viernes nos vamos dejando el módulo listo para usar”, cuenta el proceso de la oficina instantánea. Y agrega que el trabajar con dos modelos estándar (uno de seis metros cuadrados y otro de nueve), es lo que permite llevar tiempos casi imposibles de montaje, además de que está todo modulado para que el producto no tenga desperdicio de materiales.
“Tenemos mucho cuidado en los materiales que utilizamos. Gran parte son revestimientos de plásticos reciclados en un 95%. Utilizamos luminaria led de bajo consumo y los paneles SIP generan un ahorro energético muy grande. Buscamos impulsar la idea de la arquitectura circular de materiales reutilizables, que no sea un uso y desecho. Nos gusta inspirar a desarrollar estos sistemas”, detalla Matías.
“Buscamos que sea amigable con el ambiente, no solo en lo que es impacto ambiental si no también impacto visual. Buscamos armonía con lo que lo rodea usando colores claros y oscuros”.
Si bien el objetivo a corto plazo de estos dos jóvenes emprendedores es continuar cubriendo la necesidad de las personas de lo privado, a mediano plazo buscan trabajar con grandes empresas que promuevan el home office y ayudar a que sea una opción sustentable, estética, práctica, rápida y amigable con el medio ambiente.
Texto: Pilar Passamonte.