Diez meses de obra demandó la construcción de esta casa de una sola planta que se cuela entre los árboles del bosque de Costa Esmeralda. Su dueña, la interiorista y paisajista Catalina Papinutti (@hiplantaok) le sumó una decoración con aires de playa, comandada por buenas maderas, tonos cálidos, fibras naturales y texturas livianas que le hace honor a su ubicación y a su nombre: La Mar.
Tonos claros, maderas y fibras para el área social
El gran pórtico pivotante se abre hacia un gran espacio que contempla living, comedor y cocina; todos con un mismo piso de porcelanatos modelo Oslo de la línea Escandinava (Ilva). La decoración de toda la casa lleva la firma de su dueña: Catalina Papinutti, interiorista y paisajista (@hiplantaok).
El espacio acomoda unos sillones de tussor off-white, con tres mesas de centro de madera de lapacho trabajada artesanalmente y un mueble con frentes de esterilla (@yirigoyenbuenosaires) sobre el que apoya la tevé. Se suman a este sector, una hamaca colgante y dos silloncitos de rattan (@compañianativa). Los ventanales tienen largas cortinas de gasa de algodón.
El comedor: generoso e integrado a la cocina
El comedor propone una mesa realizada en lapacho de 3 pulgadas (@yrigoyenbuenosaires), con sillas de madera y esterilla (@mueblesraquelok) y grandes lámparas colgantes de rattan (@companianativa). Detrás se ubica la cocina, con una isla al frente realizada en cuarcita Taj Majal (@canterasdelmundo), mismo material de la mesada con grifería estilo Antique (Robinet). Las alacenas se resolvieron con un revestimiento símil madera Roble Halifax natural (Egger). Completan la isla cuatro sillas altas de rattan y dos lámparas colgantes (@lafelizestudio
Una lucarna para sumar luz natural
La casa suma una gran lucarna en un sector de paso junto al playroom. Cubrirla fue todo un desafío: “En conjunto con la surcusal Hunter Douglas de Pinamar creamos una cortina para la lucarna que simula la vela de un barco”, cuenta Cata (@hiplantaok). Por el centro se le suma una lámpara con fibras modelo Borneo (@aldealobos).
Una imagen del playroom, decorado con una serie de cuadros en blanco y negro (@mirardeco) . El playrom suma un sofá en tussor off-white de 4 m de largo (@yirigoyenbuenosaires).
Una pared de MDF blanco ranurado le da un cálido respaldo al dormitorio principal, bendecido con una vista abierta y magnífica hacia el bosque. La cama y las mesitas de luz son de madera de lapacho lavada para llegar al color hueso, como si tratara de una madera virgen y a la vez añeja (trabajo realizado por @yirigoyenbuenosaires). Ropa de cama en tonos neutros (@milliemuller.homedeco). Sobre las mesas de luz, las lámparas colgantes de fibras (@companianativa).
El dormitorio de Pedro, con una pared revestida en MDF ranurado verde agua decorada con peces de madera y veladores artesanales (La Carretera Muebles). El baño de la suite tiene mesada de travertino pulido (Navarro Hache) sobre un mueble en melanina símil madera Hickory natural (Egger).
Una galería generosa y abierta al bosque
“Al ser una casa de playa, los espacios comunes los queríamos hacer bien amplios y que sigan una misma línea. Elegimos una mesa en lapacho de 3 pulgadas que mide 4,50 metros de largo por 1,40 de ancho. Las patas que la sostienen fueron creadas con mástiles de la fragata Libertad y tienen un valor muy emocional para nosotros”, cuenta Cata (@hiplantaok ).
Producción: Malu Satzger
Fotos: Fabián Uset.