Bautizada "S+J House", esta casa de descanso moderna y sustentable está ubicada en el barrio costero Costa Esmeralda, un desarrollo privado a 13 km al norte de la ciudad de Pinamar y cuatro horas de la Ciudad de Buenos Aires.
A pesar de ser casi llano, el terreno desciende suavemente hacia su parte trasera. Como el estudio encargado de llevar a cabo el diseño y la construcción se propuso preservar el denso pinar del lote, solo se quitaron los árboles del sitio de construcción para construir la casa.
El cliente, un grupo de dos familias, solicitaba una casa que pudiera albergar a los dos al mismo tiempo y que pudiera alquilarse.
El encargo consistió en una casa de recreo construida íntegramente en hormigón visto, con espacios interiores minimalistas y pocos requisitos de mantenimiento.
El programa incluía dos dormitorios en suite con sus propios armarios y dos habitaciones mínimas tipo cabaña que comparten un baño.
Para hacer del área social el lugar más importante de la casa, se solicitó una ampliación externa. Asimismo, el cliente solicitó un espacio cerrado para vehículos de playa y un estacionamiento semi techado.
Se hizo especial hincapié en la necesidad de establecer una relación fluida entre los espacios interiores y el exterior, que permitiera una experiencia más cercana del bosque.
Con el fin de preservar la vegetación nativa, la casa se dispuso longitudinalmente y el retranqueo en el frente y los costados se amplió más allá del mínimo exigido por el código.
Al hacerlo, la casa quedó rodeada de pinos.
Siguiendo líneas reguladoras, una retícula ortogonal organiza la estructura y el espacio de la casa.
La casa se organiza en dos plataformas escalonadas dispuestas a media altura y conectadas a través de unas escaleras a modo de rampa de suave pendiente y un espacio vacío en el que el pinar se convierte en parte de la casa.
A media altura del nivel de entrada y asentada sobre el terreno natural, la plataforma al fondo alberga el área social, que se abre a una terraza con vista al campo de golf detrás del terreno.
Medio nivel por encima del área social, se eleva al frente la plataforma de dormitorios, apuntalada por un prisma de alojamiento de servicio y áreas de almacenamiento.
Con el objetivo de centrar las cargas en el menor espacio posible, este volumen portante fue retranqueado y reducido a su mínima expresión, intentando a la vez potenciar la sensación de flotación del cajón superior y aprovechar el espacio semicubierto sobre el terreno natural como la zona de estacionamiento solicitada por los clientes.
Los puentes acristalados que conectan ambas plataformas atraviesan el espacio vacío a través de un paseo rodeado de pinos sobre el que la luz cae desde el techo y gotea a través de las ramas de los árboles. De esta forma, la energía vital del bosque se introduce en la casa.
Mientras que tanto la envolvente exterior como los tabiques interiores son de hormigón visto, los suelos son de hormigón liso. Para enfatizar los vanos sin confrontar la esencia pétrea de este material, en los encofrados se utilizó aluminio anodizado bronce oscuro.
En un esquema arquitectónico elemental, sintetizado en dos plataformas conectadas por puentes y patios verdes, una franja continua de hormigón envuelve toda la casa.
Esto produce un solo volumen, compuesto por vacíos y llenos, resguardando la espacialidad interior de las visuales externas, preservando su intimidad pero sin desvincularla de su entorno natural.
Ficha técnica
Arquitectos: Luciano Kruk Arquitectos.
Ubicación: Pinamar, Buenos Aires, Argentina.
Área proyecto: 189 m2.
Año proyecto: 2016.
Fotos: Daniela Mac Adden.