A la hora de reversionar el chalet de los años 80 que habían comprado, la pareja de arquietctos Gerardo Azcuy y Sol Juárez decidieron apostar por un estilo contemporáneo y cosmpolita, que reflejara en distintos rincones tantos recuerdos de viajes por el mundo.
Pero además, los arquitectos decidieron envolver su las dos plantas en una malla metálica que le da a toda la casa una identidad distinta.
Los arquitectos mantuvieron sólo la estructura general del antiguo chalet pero abrieron los espacios en la planta baja para lograr un concepto integrado. “Queríamos una atmósfera clara y luminosa, donde se transmita paz”, afirman. Fue Sol la encargada de diseñar junto al herrero la red de metal que tapiza todos los ventanales, sumando privacidad y protección pero sin interrumpir las vistas hacia el jardín.
La malla desde los cuartos
La malla metálica metálica fue diseñada especialmente por Sol -quien disfruta de trabajar sobre fachadas-, y envuelve desde el techo dos caras de la casa (frente y contrafrente) con una trama orgánica que tamiza la luz y las vistas desde el exterior.
En el dormitorio principal, que da al contrafrente de la casa, la escultórica malla exterior con su trama orgánica se cuela por el ventanal corredizo que va de piso a techo y se repliega por completo hasta quedar escondido dentro de los muros laterales. De este modo, permite un contacto directo con la naturaleza.
En el primer piso, también los dormitorios de huéspedes dejan ver la trama orgánica. La decoración es simple y confortable porque el protagónico lo tiene el verde exterior que se cuela por la trama orgánica.
En los baños, privacidad y transparencia
Los baños están íntegramente revestidos (piso y paredes) en placas mármol de Carrara traídas especialmente desde Italia. Los sanitarios y la grifería son de líneas simples y modernas. En el principal, no falta la bañera exenta, reina absoluta del espacio.
Pero también aquí lo que sorprende es la trama de metal que se cuela por los grandes ventanales, sumando protección y privacidad pero sin interrumpir el paso de luz natural.
Producción: Mariana Soulages.
Fotos: Diego García