Seguramente la hayas visto u olido alguna vez. La violeta dulce se consagra como una de las flores más bellas y exquisitas que existen. Si bien puede pasar desapercibida en los jardines bajo la copa de los árboles a pesar de su llamativo color, es su peculiar aroma dulce el que la hace inconfundible.
También conocida por su nombre científico como Viola odorata, es originaria de Europa y Asia, y tiene una historia muy interesante detrás: en la antigüedad, era el símbolo de la ciudad de Atenas y con sus pétalos se hacían filtros para atraer a la persona amada ya que se la consideraba una planta asociada al amor.
Esta pequeña planta herbácea, florece en primavera en diferentes matices de violeta, por lo que es ideal para decorar y perfumar jardines durante esta época del año. Sus hojas y flores se presentan en rosetas acorazonadas y sus bellísimos pétalos son violáceos con solo una pequeña mancha basal blanquecina, de ápice redondeado.
Se expande mediante estolones y puede formar una bellísima cubierta del suelo en lugares sombreados.
Pero hay algo más que va más allá de su belleza y su exquisito aroma: la violeta dulce es una flor comestible con fama de afrodisíaca muy utilizada en repostería, y que puede añadirse a ensaladas y limonadas.
También se la conoce en el mundo de la aromaterapia por sus efectos calmantes, los cuales disminuyen el estrés y ayudan a combatir el insomnio.
Cuidados básicos de la violeta dulce
- Luz: prefiere una sombra suave en verano mientras que en invierno y primavera necesita una dosis de sol.
- Ubicación: es ideal para un jardín de sombra. Lo mejor es situarla bajo árboles de hoja caduca que hagan posible una sombra suave en verano y sol pleno en invierno y primavera.
- Temperatura: le sientan bien las temperaturas cálidas no así las heladas.
- Riego: debe ser regular y moderado: 2 o 3 veces a la semana en primavera y en verano, reduciendo la frecuencia en otoño e invierno.
- Sustrato: crece mejor en suelos fértiles y bien drenados.
- Poda: se recomienda retirar las flores marchitas para prolongar la temporada de floración.
- Reproducción: se puede reproducir por división de mata en otoño, justo después de la floración.