La depresión es una enfermedad severa que puede presentarse con diferentes síntomas y que va más allá de "sentirse triste". Quienes la padecen pueden tenerla en diferentes grados y para ayudarlos, es fundamental realizar un buen diagnóstico de cara a diseñar el tratamiento más adecuado.
En diálogo con Para Ti, la Lic. Cynthia Zaiatz (MN 60.105. MP 96.892), jefa de psicología de Sanatorio Modelo de Caseros, enumeró una serie de signos con los cuales esta enfermedad se puede manifestar: "Tristeza, ansiedad o sentimiento de vacío persistentes; pérdida de interés en actividades que antes producían placer, incluyendo la actividad sexual; fatiga o pérdida de energía; pérdida de apetito (pérdida de peso) o aumento del apetito (aumento del peso); problemas para dormir, insomnio, problemas para mantener el sueño o dormir demasiado; pérdida de la expresión emocional (emociones aplanadas); sentimiento de desesperanza, pesimismo, culpa o inutilidad; retraimiento social; problemas para concentrarse, recordar o tomar decisiones; irritabilidad".
Otros posibles síntomas asociados a esta enfermedad, son problemas físicos persistentes como jaquecas o cefaleas, problemas digestivos, dolor crónico, que no responden al tratamiento. Y, en casos más severos, pensamientos o ideación suicida, intentos de suicidio o auto-lesiones.
En cuanto a la manera de diagnosticarla, la especialista indica que "generalmente, el médico lo hace basándose en listas específicas de los síntomas (criterios)".
Es importante diferenciarla de otras condiciones como los cambios de ánimo que se presentan por situaciones particulares (pérdidas, separaciones, etc.) "los médicos determinan si los síntomas están causando una angustia significativa a la persona afectada, o bien menoscaban de manera significativa su capacidad para desenvolverse - y añade- La existencia de antecedentes personales o familiares de depresión ayuda a confirmar el diagnóstico".
Algunos de estos son:
-La escala de valoración de Hamilton se realiza de manera verbal por un entrevistador.
-El inventario para la depresión de Beck, que debe rellenar la persona afectada.
-Cuestionario de escala de depresión geriátrica para las personas de edad avanzada.
La especialista recalca que "no pueden utilizarse como única herramienta para diagnosticar la depresión".
¿En qué momento es propicio realizar la consulta profesional? "Cada persona que desarrolla algún síntoma depresivo o cree tener una depresión, deberá consultar a su médico, psicólogo o psiquiatra y ver el tratamiento necesario y especifico para la persona, hay que evitar la automedicación ni tampoco dejarlo pasar".
¿Cómo se debe proceder ante la presencia de alguno de estos síntomas en algún allegado? "Lo recomendable es trasmitirle que consulte con algún profesional para que le otorguen el tratamiento especifico. Nunca hay que recomendar ningún tipo de medicación para que esta persona tome sin consultar a un profesional".
¿Cómo se manifiesta socialmente una persona con este problema?La depresión mayor puede comenzar a cualquier edad. Sin embargo, la edad promedio de inicio es a los 30 años. Tanto en adolescentes como en adultos, es dos veces más frecuente en mujeres que en varones. El riesgo de desarrollarla varía en varones y mujeres, siendo para ellas entre el 10% y 25% y para ellos entre el 5% y 12% de la población mundial.
¿Qué actitudes son frecuentes en estos casos? "El individuo está incómodo en cualquier lugar, afirma no encontrar espacio en ninguna parte, siente que no lo quieren, que ni siquiera se fijan en él. Esto provoca un deterioro social en todas las áreas en donde está inserto, teniendo como resultado el aislamiento social", indica la especialista.
"También experimenta pensamientos negativos que van acompañados de sentimientos de inutilidad y culpa, afirman sentirse «en un pozo» del que no encuentran salida. Padecen dificultad para pensar, concentrarse y tomar decisiones, lo que afecta directamente la relación con su entorno; también hay evidencia de un descenso de la actividad, la eficiencia o la productividad. Este trastorno puede perjudicar varias áreas del individuo, entre ellas, su posibilidad de funcionar en el trabajo o de hacer frente a la vida diaria, ya que impacta directamente en su capacidad de desenvolverse socialmente, afectando las relaciones interpersonales".
Además, agrega la licenciada Zaiatz, "las personas que padecen dicha enfermedad tienen dos o tres veces más posibilidades que una sana de desarrollar una discapacidad social, debido a que las relaciones sociales que establecen son inseguras, menos activas y más pobres".
Cómo se supera la depresión
¿Es posible superarlo? "Sí, utilizando los fármacos adecuados y logrando que la persona con depresión pueda poner todo de sí misma para superarlo: con tratamiento complementario, psicoterapia, fármacos, principalmente, antidepresivos".
La mayoría de las personas con depresión no requiere ser hospitalizada. Sin embargo, algunos casos, sí: especialmente, si tienen ideas de suicidio o lo han intentado, si están demasiado débiles por la pérdida de peso o si tienen riesgo de sufrir problemas cardíacos a causa de su estado de inquietud.
El tratamiento depende de la gravedad y del tipo de depresión:
- Depresión leve: tratamiento complementario (incluyendo visitas frecuentes al médico y educación) y psicoterapia.
- Depresión entre moderada y grave: fármacos, psicoterapia, o ambos, y en ocasiones terapia electroconvulsiva.
- Depresión estacional: fototerapia.
Tratamiento complementario
El médico puede programar visitas o llamadas telefónicas cada semana o cada dos semanas. El profesional explica al paciente y a sus familiares que la depresión tiene causas físicas y que requiere un tratamiento específico, que suele ser eficaz. Es importante que los miembros de la familia comprendan el trastorno, participen en el tratamiento y brinden apoyo.
¿Cómo nos debemos manejar con un allegado que tenga esta enfermedad para que no se retraiga y se abra a recibir ayuda?
La persona con depresión mayor experimenta miedo al rechazo, que puede traducirse como una amenaza a la supervivencia, ya que se asocia con una evaluación social negativa que dará como resultado la exclusión social. Los individuos que padecen esta enfermedad demandan un apoyo excesivo a sus familiares y amigos, quienes se lo brindan, pero el paciente duda de su autenticidad. Esto tiene como consecuencia que tengan que estar reforzando constantemente que “están ahí” porque la persona es importante para ellos; pero al tener que dar prueba de esto de forma permanente, pueden llegar al punto de sentirse molestos y rechazar al enfermo.
Los actuales modelos psicosociales de depresión otorgan un papel de suma importancia a los factores del estrés ambiental. Sin embargo, es fundamental considerar las fuentes que generan estrés en el individuo para así poder caracterizar adecuadamente el contexto psicosocial de las personas deprimidas. Existe una mejora en la función psicosocial cuando los síntomas depresivos se ven reducidos, percibiendo así que la persona va adquiriendo la capacidad de establecer sus redes de apoyo.
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