En 2011 Guillermina Valdés y Sebastián Ortega terminaron su relación luego de catorce años en pareja (2 de casados) y tres hijos en común.
Se habían conocido en 1998, mientras él descansaba y ella cumplía con obligaciones laborales en playa top de Punta del Este, ninguno imaginaba qué tendría definido el destino para ellos. Sólo se entendía que el productor se había deslumbrado con la belleza de la modelo, y que ella estaba recién llegada de Miami. Según se dice, él quería conocerla a toda costa, con lo que le pidió a un fotógrafo amigo que los presentara. Se flecharon y desde ese momento empezaron a frecuentarse.
Quince días después de haberse conocido, ya estaban viviendo juntos y comenzando -aunque en ese momento no lo sabían- una familia. Fruto de esa relación, nacieron en los años sucesivos, sus hijos Dante, Paloma y Helena.
Y también estando juntos, Sebastián logró posicionarse como uno de los mejores productores audiovisuales del medio, no sólo en el tiempo en el que formó parte de Ideas del Sur (la empresa de Marcelo Tinelli) sino, posteriormente, cuando montó la suya, Underground, con la que cosechó unos cuantos premios Martín Fierro.
Por su parte, Guillermina (quien dejó de lado una prolífica carrera como modelo) se dedicó al cuidado de sus hijos pero, a medida que fueron creciendo quiso retomar la actividad e incursionar en la actuación, así que se puso a estudiar teatro.
En septiembre de 2009 Sebastián y Guillermina pasaron por el Registro Civil. Fiel al estilo descontracturado que mantuvieron a lo largo del tiempo, no permitieron ni que los hijos presenciaran la unión, y el festejo fue íntimo y reservado. “Siempre dijimos que cuando el momento fuera cómodo, nos íbamos a casar. Así, en vez de padecerlo, lo íbamos a poder disfrutar. Como fue ahora, que la pasamos muy bien. Además los chicos ya están grandes y nosotros llevamos once años juntos, por eso lo vivimos con mucha felicidad y muy relajados. Por supuesto que es muy emocionante cuando te declaran marido y mujer, pero como fue una decisión tan madurada, no sentimos nada de nervios”, sostuvo él a la salida del Registro Civil de Coronel Díaz y Beruti, luego de haber dado el sí.
Pero, al parecer, 2010 fue un año bisagra en la relación. Ya avanzada la tira Botineras (que recreaba los pormenores del mundo futbolístico), el socio de Sebastián promovió la incorporación de Valdés a la historia como esposa de Christian Sancho, quien recreaba a un deportista homosexual. Aunque Ortega no estaba de acuerdo con la decisión que habían tomado su compañero junto con su mujer, terminó aceptando la realidad.
No obstante, tras haber vivido una crisis en la intimidad, meses después dieron por finalizada la relación. Ruptura que ya incluyó la mundanza de él a otro departamento, y la posterior tarea de comunicar la difícil noticia en la escuela de los chicos.
En ese momento, Guillermina le confirmó las versiones a Paparazzi de lo que en ese momento no era algo definitivo: “Como cualquier pareja que lleva muchos años juntos, con Sebastián estamos pasando por una impasse. Nuestra intención no era que se hiciese público, pero entendemos que nuestros chicos van al colegio y que son cosas que trascienden. Y sí, te confirmo que estamos separados. Agradezco enormemente que me llamen para chequear la información, pero no estoy pasando por un momento donde me guste dar notas. No te puedo decir si es algo definitivo o no. Pero sí quiero dejar bien en claro que el vínculo con Sebas está y se mantiene en muy buenos términos. Siempre fui predispuesta a la hora de charlar con la prensa, pero insisto en que ahora no tengo nada más para decir. Muchas gracias por el llamado...”.
