Día de la obesidad: por qué la relación con la comida es un síntoma de una problemática oculta - Revista Para Ti
 

Día de la obesidad: por qué la relación con la comida es un síntoma de una problemática oculta

En el Día Mundial de la Obesidad, Flavio Calvo, Lic. en psicología, docente, tallerista y autor (MN: 66869) asegura que cuando alguien sufre de obesidad o de otro trastorno de alimentación, es importante poder acompañarla y permitirle expresar sus emociones para ver cuáles son sus necesidades.
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Cuando frente a la obesidad se pone el énfasis en qué se come o se deja de comer, se está observando el síntoma, pero no tratando la enfermedad. Es como esforzarse por bajar la fiebre sin tratar la infección.

Qué comer, contar calorías, bajar las harinas, hacer seis comidas, bajar la última dieta de moda de internet. Todo eso hace que una persona viva pensando en qué comer, como si el problema principal de un trastorno de alimentación fuera la comida, y justamente, lo que menos importa en un trastorno de alimentación en la comida. La comida es sólo un síntoma, es una señal de alerta que está exponiendo esa persona.  

Vivir centrados en qué se come y qué se deja de comer y no ver todo lo demás, no ver que es lo que realmente está molestando, es simplemente tocar un síntoma sin ver todo el problema que viene detrás: problemas que tienen que ver con un sistema familiar, problemas que tiene que ver con emociones internas, con prohibiciones o con la imposibilidad de expresar emociones, la comida es solo un síntoma, una señal, un indicador que algo está ocurriendo. 

Suele suceder que la alimentación es una forma de hacer una denuncia, de mostrar que algo está funcionando mal en la persona, porque hay cosas que están a nivel inconsciente o que  no se pueden expresar con palabras y las acciones la forma de  reaccionar muchas veces expresan lo que las palabras no dicen.

Según el Lic. Calvo, la relación con la comida es sólo un síntoma.

Es por esta razón, que, cuando alguien sufre de obesidad o de algún otro trastorno de alimentación, es importante poder acompañarla y permitirle expresar sus emociones para ver cuáles son sus necesidades, más allá de estar controlando qué está o no está comiendo, porque muchas veces al hacer eso lo único que hacemos es reforzar esos síntomas.   

El médico psicoanalista Luis Chiozza expresa “lo que se presenta en el cuerpo  como un aumento del tejido adiposo, es decir, una alteración somática, es, en el alma, un drama inconsciente”

Así es, porque el gran problema es quedarnos con lo externo mirando el tejido adiposo, sin buscar cual es el drama que se envuelve detrás de ese tejido, que muchas veces está ahí para mostrar y para tapar al mismo tiempo.

Desde niños la alimentación es la primera manera de vincularse con el otro. Desde la primera vez que un bebé se acerca a su mamá para ser alimentado, el alimento y el afecto de alguna manera hacen un enlace, una asociación por la cual se hace difícil separar este vínculo. Culturalmente, más tarde, este vínculo se refuerza con encuentros familiares, dónde el amor y el afecto están brindados a través de la comida. Sin duda, entonces, la comida, además de cumplir una función de alimentación, se asocia al dar y recibir afecto.

Durante la pandemia, mucha gente se acostumbró a comer en soledad.

Por esta razón muchas veces el comer se convierte en la forma de tomar de alguna manera ese afecto que falta.

Por otro lado, la piel, es lo que nos une o separa del otro, en muchos casos la panza, puede cumplir una función de “cinturón de castidad”. Emociones no expresadas, o “tragadas” se expresan, también, muchas veces en la alimentación.  La obesidad puede querer expresar muchas cosas.

Es por esta razón que se puede decir que no se es gordo porque se quiere. Cada uno expresa su malestar como puede, o como le enseñaron a poder hacerlo.

Muchas veces la solución no pasa por voluntad, decisión y hacer dieta solamente, sino que se necesita mucho más. La terapia, el poder trabajar emociones no expresadas, situaciones no resueltas o aprendizajes no adecuados, es de mucho beneficio en estos casos.

El año 2021 está siendo un año muy particular. Hay una pandemia de obesidad. El aislamiento trajo como consecuencia ansiedades y depresiones. El no poder tener contacto físico con el otro, la distancia, la necesidad de afecto, de caricias y abrazos, hicieron que muchos busquen refugio en su sustituto: “la comida”.

Hay adiposidades que están hablando del tiempo particular que se está viviendo. De todas maneras, es necesario ser consciente de esto. Buscar la manera de expresar, de trascender esas emociones y permitirles que fluyan, y si es necesario buscar la ayuda adecuada para poder hacerlo.

Lic. Flavio Calvo: www.flaviocalvo.com

Más información en parati.com.ar

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