En el Día Mundial del Whisky, nosotras también hablamos de este destilado que por mucho tiempo fue "cosa de hombres". Cómo se bebe de manera responsable y por qué gusta tanto a través del tiempo y las modas.
“¿Para qué estás? ¿Algo fresco, fuerte, seco?, ¿un whisky?”. Pandemia o no, algo está cambiando en la mentalidad de las barras. Porque (¡cuando se podía!) salís de cócteles con amigas y las bebidas que te ofrecen en las cartas ya no te hablan sólo de rosé o tragos frutados.
Tras décadas con el vodka como destilado preferido, el whisky gana terreno en el ambiente femenino. Y va más allá del “whisky en las rocas” (“la” roca, para ser más específicas).
“Históricamente el whisky fue considerado un producto masculino, aunque de la mano de la coctelería, el camino se fue abriendo y ya no es exclusivo de unos o de otros”, comenta Cecilia Pizarro, senior category manager spirits del Grupo Cepas.
Las chicas del whisky detrás (y al frente) de las barras
A cargo de un portfolio variado en bebidas, para Pizarro, acertarle al target es primordial. Así, detalla como “hace diez años era inédito hablar del whisky como un producto con la mujer como consumidora".
"Hoy es un valorado mercado en desarrollo, una realidad que vivimos ya desde los bares, donde la incursión de barwomen, chicas detrás de las barras, es notoria".
"La mujer se anima a probar cosas distintas, son más osadas”
"La mujer se anima a probar cosas distintas y, a diferencia del hombre, que es más clásico en su consumo, las mujeres son más osadas”, describe.
Un nuevo mundo ¡whisky!
“Podés apostar por el Jack Daniel’s Honey, que combina Old No.7 y licor de miel, es extremadamente amable y no tan ahumado”, recomienda Cecilia.
Como una joya
Como una botella que simula una joya, así fue presentado el Chivas Regal Ultis ante una platea con mayoría femenina.
“El whisky siempre fue asociado al poder, al prestigio. Es un producto británico relacionado con conversaciones de política y sobremesas masculinas. Algo tan clásico como un puro”, detalla el bartender y sommelier Sebastián Maggi.
“En mis cursos cada vez son más las mujeres. Además, son las que más preguntan y las que más saben”.
Variedad de whiskies
Ante tanta variedad de whiskies, ¿cuál elegir? “El whisky es una categoría con una amplísima escala de sabores. Los hay más potentes o más ligeros", explica Santiago Michelis, brand ambassador regional de Diageo.
"Más o menos ahumados, todo depende de lo que busques. Mi recomendación es dejarse asesorar, probar e ir desarrollando un gusto propio", asegura Michelis.
¿Un buen primer paso? "un buen Highball (en un vaso alto, mezclá 45ml de Johnnie Walker Black Label con mucho hielo, soda y terminá con un gajo de lima)", enumera.
Una buena bebedora de whisky es…
Primero comé y acordate siempre de hidratarte. Y, si querés pedir tu bebida sin equivocarte, anotá estos tips:
¿Whisky o bourbon? Es cuestión de gustos. Todos los bourbons son whiskies, pero no todos los whiskies son bourbons; la diferencia está en el origen y en el grano.
En el escocés (el whisky tradicional o scotch whisky) predomina la cebada, en tanto en el americano (bourbon) se usa el maíz, tiene más aroma, se siente la presencia de la madera y es más frutado.
¿Whisky o whiskey? Con “y” se reconoce al escocés y al japonés. Con “ey” se suele señalar al irlandés y al americano.
¿El whisky es más fuerte que el vodka o el ron? “No. Al igual que ellos, es un destilado, la gra
duación alcohólica varía de una referencia a otra -describe Michelis-. En coctelería, su potencia va a depender de cuánta cantidad utilices en tu receta o cuánto lo estés diluyendo con mixers, u otros ingredientes”.
¿Cuánto es “una medida”? Aproximadamente 60 ml.
¿Con o sin hielo? “La forma correcta de tomar whisky es de la manera que a uno le guste”, sentenció el escocés Colin Scott –master blender de Chivas, algo así como un nariz en perfumería– al visitar Argentina. Así, invitó a degustarlo sin hielo y a temperatura ambiente.
"La forma correcta de tomar whisky es como a uno le guste”
“El whisky tiene 40 grados de graduación alcohólica, podés degustarlo solo, pero a la larga te va a quemar las papilas –discrepa Maggi–.
Podés acostumbrarte (como uno puede acostumbrarse al mate con agua hirviendo), pero lo ideal es bajarle un poco la proporción con agua o con un hielo”.
Aconseja una “roca” grande hecha “con agua pura. No de canilla que tiene cloro, ni mineral, sino filtrada, de manera que el hielo tenga una temperatura más estable y esté libre de impurezas”.
A la hora del cóctel
Al pedirlo como cóctel en un bar, a clásicos como el Old Fashioned, el Boulevardier o el Penicillin se suman los cócteles de autor.
Inspirado en la frase del escritor Haruki Murakami: “El whisky, como una bella mujer, demanda apreciación”, en Casa Cavia supieron tener en carta su cocktail homónimo con whisky de manteca, té rojo y sándalo.
La propuesta está. Abran paso, señores, que el whisky ya es cosa de chicas.