Del quirófano y el ámbito sanitario, el barbijo pasó a ser un recurso obligatorio en tiempos de pandemia. Y de allí saltó a transformarse en un accesorio o ítem de moda. Hoy, es el complemento de todo look a la hora de salir a la calle.
"Ir a la moda en tiempos de corona", posteó la influencer de moda española Lucía Bárcena junto a la foto en la que está lookeada con un vestido con estampa floral al igual que el barbijo. Y no hay nada más que decir: el barbijo, tapaboca, cubreboca (o como quieras llamarlo) ya se instaló como un accesorio o ítem de moda.
La periodista neoyorquina experta de moda Sara Radin también compartió en su cuenta de Instagram una foto en la que se la ve que combinó vestido y barbijo con la misma estampa. Señal de que el barbijo ya fue aceptado por las marcas como un ítem de moda más.
"Matchy matchy hoy: buzo, máscara y ojos", escribió Chiara Ferragni en su cuenta de Instagram junto a la foto en la que se la ve combinando el color de máscara con buzo y, obviamente, el color de sus ojos.
La modelo Soledad Solaro ya empezó a combinar outfit con barbijo. Hace unos días compartió un total look en cuero negro al que le sumó un cubreboca también de cuero.
Las marcas de lujo ya tienen su barbijo
Las casas de moda de lujo subieron a los barbijos a la pasarela mucho antes de que se sospechara en que en 2020 estaríamos viviendo una pandemia, pensando en el potencial mercado oriental fanático de los tapabocas debido a la polución y la amenaza del SARS. Así que los barbijos no han sido una novedad para estas marcas de lujo aunque sí han tenido que aumentar su stock ante la demanda por la pandemia de coronavirus.
Claro que ninguno de los modelos de barbijos de las casas de lujo cuestan menos de 150 euros. Gucci fue una de las primeras marcas en crear tapabocas para el mercado asiático. Fendi los hizo con su monograma y hoy es uno de los accesorios de moda más deseados. Y las máscaras Marine Serre fueron furor. De inspiración futurista, en febrero de este año que se convirtieron en hit en Paris Fashion Week.
Ahora, el barbijo también es un accesorio de moda
En Argentina no tardó en llegar el fenómeno. Es obligatorio salir con barbijo a la calle y las marcas ya se pusieron en campaña a sumar barbijos a su línea de producción. Flor Torrente, por ejemplo, incorporó barbijos que hacen juego con las carteras de su marca Helicia. Una propuesta que segura tendrá muchas adeptas.
Los Vados del Isen también sumó barbijos a su línea de accesorios. Los hizo de jean, con un corazón en el centro y le agregó aplicaciones de piedra.
Luna Garzón es otra marca de accesorios que en este contexto de pandemia se animó a hacer tapabocas: "El cubreboca es algo que vamos a tener que sumar al look y decidimos tratar de manejarlo e identificarlo con algo que no nos afee y lo accesorizamos. Pensamos que sea confortable, bonito, que resalte los ojos que es lo único que se nos va a ver, y que pueda comprar como un accesorio más. Que sean lavables, cómodos pero sin perder la parte femenina y el glamour que nos es característica como marca. No queremos llevar en la cara la marca de la tristeza y la enfermedad", le comentaron desde Luna Garzón a Para Ti.
Barbijos con diseño
Y de inmediato el fenómeno se contagió a los diseñadores. Ávidos de llevar propuestas atractivas y con valor agregado, comenzaron a hacer tapabocas creativos. Uno de los primeros y más estilosos fue el de la diseñadora de sombreros, Florencia Tellado. Y en estos días la misma Fabiola Yáñez lo sumó a su outfit.
"Es importante que sea algo que nos guste usar y llevar ya que de esa manera estamos protegidos sin lamentarnos por lo extraño que uno se ve. Hay que usar un tapabocas cada día que salimos y de ahora en más hay que tener varios, como las medias e ir rotando cada día combinando con lo que vestimos", nos dijo Flor Tellado cuando le preguntamos sobre el fenómeno de que el barbijo se convirtió en el nuevo accesorio de moda.
Desde Córdoba, hablamos con el diseñador Maximiliano Olmos. Él está haciendo unos barbijos o tapabocas personalizados, de alta costura. "No puedo hacer dos o tres veces el mismo objeto diseñado. Empece a ponerle más de impronta. Primero me los hice para mí. Gustaron y empecé a venderlos. Decidí ir haciéndolos con más diseño, pensando en algún cliente que quisiera algo más elaborado. Los primeros eran unisex. Ahora los hago más femeninos y para un diseño de noche", cuenta.
"Que sea algo funcional, que sirva como protección, que tape nariz y boca, que sea lavable y que sea reutilizable. Todo esto tiene que reunir un barbijo", explica.
"Uno comunica con lo que se pone. La ropa comunica el estilo de una persona, y el barbijo no es la excepción. Yo no podría andar con el mismo barbijo que andan diez personas en la calle. Así que el barbijo sí, es un nuevo accesorio y lo vamos a usar por largo tiempo", señala el diseñador cordobés.
Benito Fernández, Di Doménico y Adriana Costantini también incorporaron el barbijo a sus líneas de producción. Benito eligió estampas coloridas y las famosas lo amaron. Di Doménico le sumó bordado y aplicaciones de piedras a sus barbijos. Y Adriana Costantini hizo unas camisas a tono con los barbijos.
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