En un mundo contaminado de ruidos, y donde los hábitos musicales fueron cambiando, los chicos y adolescentes son los más vulnerables a padecer daños auditivos en el futuro.
“El 30% de los chicos de entre 10 y 24 años sufrirá trastornos auditivos en la adultez”, así lo sentencia Mario Zernotti, jefe de Otorrinolaringología del Sanatorio Allende, según datos del último censo poblacional de 2010. Esto se da porque esta franja etaria es la más expuesta a altos volúmenes de sonido en boliches, recitales o cuando usan auriculares.
“A esta edad se subestima mucho el tema, pero la realidad es que es muy importante porque el daño causado por estos ruidos se da en el oído interno, donde están las fi tras nerviosa y, por lo tanto, si no se consulta a tiempo puede ser irreversible”, explica María Victoria Demarchi, especialista en Otorrinolaringología infantil del Hospital Italiano de Buenos Aires.
¿Cómo se puede prevenir? Demarchi, acostumbrada a trabajar con adolescentes, aconseja: “No hace falta suspender las actividades. Los chicos deben ser conscientes y protegerse, evitando estar al lado del parlante y, si escuchan música con auriculares, no ponerla demasiado fuerte”. Y hace una advertencia: si después de la fiesta el chico se despierta con un zumbido en el oído, es importante acudir a una guardia de inmediato.
Texto: Candela Urta