El 7 de abril se celebra el Día Mundial de la Salud. Este año se da en un momento muy especial, el de la pandemia de Coronavirus. El Dr. Carlos Carrere (MN 53174), director médico de Procrearte, reflexiona sobre las medidas adoptadas para hacer frente al COVID-19, el desempeño de la comunidad médica y el desafío de contar con sistemas de salud sólidos.
Ha quedado demostrado que los sistemas de salud no han sido sólidos en ningún lugar del mundo ante cuadros generalizados como el COVID-19. El sistema no está preparado para una pandemia. En Argentina, en particular, se ha ido deteriorando el sistema en los últimos años.
Aunque posiblemente el porcentaje de la partida del dinero del PBI para la salud sea similar, hay que asumir que el PBI no ha aumentado y, por ende, la torta para repartir es cada vez más chica. Es menos ingreso en una medicina cada vez más exigente y cada vez más cara.
El sistema de salud argentino está poco preparado para una pandemia de esta naturaleza. Sin embargo, el trabajo de la comunidad médica está trabajando bien. El médico es un apasionado por lo que hace. Esta es una lucha en la cual el médico va dar todo de sí para enfrentar la situación con éxito. Sólo me genera duda que la organización estratégica funcione bien.
Las decisiones políticas tomadas, en general, son acertadas pero recordemos que en la primera semana de mayo llegará lo peor. El Coronavirus es una enfermedad altamente contagiosa, con un nivel de mortalidad bajo. Pero el riesgo es su contagiosidad. El riesgo es que el sistema sanitario colapse como pasó en Italia y España.
Al término del año, es probable que muchas más personas mueran por cáncer, hambre o desnutrición que por el propio Coronavirus. Pero el cáncer y el hambre no es contagioso. La contagiosidad es lo que causa pánico. Por eso, también habrá que ver si mata más el virus o sus efectos colaterales como el estrés.
Vamos a pasar un periodo peligroso y después esperamos que se aplane el crecimiento. Es una enfermedad con la que habrá que convivir por muchos años pues el Coronavirus vino para quedarse.
