Penélope Cruz recibió el Premio Donostia y en su discurso recordó a las víctimas de violencia de género.
Penélope Cruz recibió de manos de Bono, el líder de U2, el Premio Donostia, un galardón de carácter honorífico que se entrega todos los años, desde 1986, en el Festival de Cine de San Sebastián.
En su discurso de agradecimiento, la actriz madrileña de 45 años, ganadora del Oscar por su recordado papel en Vicky Cristina Barcelona, y protagonista de grandes películas como Volver, Los abrazos rotos o Dolor y gloria, mencionó emocionada algunos de los sueños de infancia que con los años pudo conseguir, como ser madre o su éxito en el mundo de la interpretación.
Dio las gracias a sus maestros Pedro Almodóvar y Fernando Trueba; dedicó especialmente el premio a sus dos hijos y a su marido, Javier Bardem, “el compañero de viaje más maravilloso que se puede tener”, y terminó con un fuerte alegato contra la violencia de género que emocionó a todos los presentes.
“Quiero terminar con algo que no tiene mucho que ver con el cine, pero el cine siempre tiene que ver con la vida. A las actrices nos preguntan constantemente si creemos que la situación para la mujer en términos de igualdad está mejorando. Yo sólo puedo contestar que en lo que llevamos del año en nuestro país ya son 44 mujeres asesinadas por violencia de género y que las víctimas mortales desde el año 2003 son más de 1000. Sólo en nuestro país. ¿Cuántas serán en el mundo?”, preguntó.
Y cerró: “Espero que cuando una mujer encuentre la fuerza gigantesca que se necesita para contar lo que se vive en una situación así la escuchen, pero que la escuchen a la primera y no cuando ya sea demasiado tarde”.