Livio Leiva es un argentino que vive en Kioto, una de las ciudades más turísticas y visitadas de Japón. ¿Cómo se combate al COVID-19 y qué se dice en el país que fue considerado de mayor riesgo y que hoy llama la atención del mundo por controlar al Coronavirus como pocos?
“A la pandemia la estoy viviendo de una manera extraña. Nunca le di mucha importancia al coronavirus, siempre lo vi como algo lejano (incluso estando acá, en Japón)", detalla Livio Leiva, un físico y magister en física de 26 años que hace su doctorado en el Departamento de Ciencia e Ingeniería Electrónica de la Kyoto University.
"Aún cuando pasó lo del crucero Diamond Princess -que llevaba a un pasajero infectado e infectó como a 700, creo- y puso a Japón como uno de los primeros brotes fuera de China y uno de los tres países con más casos”, agrega el físico mendocino desde Kioto, Japón.
Coronavirus en Kioto, ciudad turística
"Al poco tiempo se detectó un caso fuera del crucero, en Nara -una ciudad a 50 kms de donde estoy-. Un tipo que hacia city tours se contagió por turistas chinos de la zona afectada (en temporada alta Nara y Kioto están llenos de turistas chinos).
Pero, con todo, el brote fue hace dos meses pero vos ves el número de casos y al día de hoy son mil y pico. El crecimiento ha sido muy controlado, prácticamente lineal y no como se suelen ser este tipo de epidemias y uno se pregunta por qué”, cuenta Livio en el mediodía de Argentina, madrugada en Japón. Otoño de Argentina y comienzo de primavera en Japón.
Razones por las que se evitan los contagios
"No soy experto, pero me parece razonable que la cultura del japonés haya contribuido a que no se esparza el virus -destaca Livio-.
Su forma de saludarse (con reverencia), el trato personal... ¡El contacto humano prácticamente no existe acá! Una manera menos de contagiarse”, comenta este especialista en física experimental quien vive en Kioto desde hace un año como parte de las becas MEXT del Gobierno del Japón. Lejos, bastante lejos de su San Rafael, Mendoza.
"Barbijos: acá cualquiera tiene un resfriado común y tiene la costumbre de usarlos por decoro, para no contagiar a los demás. Es por responsabilidad y en invierno son re comunes.
Igual ojo, que ahora se ve más gente con ellos, pero no todos lo llevan".
Medidas que salvan vidas
"En el trabajo en mi doctorado con mis compañeros usamos inglés y las recomendaciones que da el Gobierno del Japón en ese idioma son a cuentagotas -confiesa Livio-. Sí recomiendan (no piden, recomiendan) que uses barbijo si tenés una reunión, es que tampoco quieren sobresaturar la demanda.
Ya de por sí, una de las primeras medidas que tomó Japón fue suspender todos los eventos masivos como por ejemplo la liga de futbol -soy fan del entrenador del Nagoya Grampus, Arsène Wenger ¡si podés ponelo!-, mis conferencias de física, festivales y conciertos. Eso fue de entrada".
"Recomiendan lavarse las manos, toser tapándose con la parte de adentro del codo, evitar multitudes… eso y su cultura son los puntos fuertes que evitan que el virus se expanda.
Porque Japón es un país que tiene una población bastante envejecida, especialmente susceptible. Otro factor en contra es que es un país densamente poblado -mucho más grande de lo que no se imagina- pero algunos factores que podrían favorecer al no contagio son las costumbres: son muy higiénicos, su nutrición es buena y la gente es longeva pero está muy saludable.
El sistema de salud es una de las pocas cosas que los japoneses me han elogiado de Japón -lo digo porque son bastante críticos con ellos mismos-. Varios factores actuando en simultáneo que hacen que claramente que el país sea un ejemplo de eficacia en cómo no esparcir una epidemia sin tomar medidas que perjudiquen tanto las libertades de la gente", describe el argentino.
Creer o reventar: sin cuarentena
El gobierno nunca indicó un aislamiento ni obligó a la gente a estar en casa (ni siquiera lo sugirió). En cierta medida debe tratar de minimizar el impacto económico... pero sacaron subsidios y cosas para amortizar un poco esto.
Otra medida fue cerrar las fronteras con los países más afectados, cuarentena para otros pero nunca un “no salgas de casa” para todos. Y ojo, que si a los japoneses les decís que no salgan de las casas, no van a salir. Tiene mucha disciplina.
La cultura japonesa, la gran salvación frente al coronavirus
En mi día a día no noto diferencia. Salgo a la calle y hay gente. El fin de semana salí a correr y el parque estaba lleno.
Hay empresas que permiten que sus empleados hagan home office, pero los negocios siguen activos. Restaurantes, peluquerías, mercados, tiendas… ¡está todo abierto!
Las compras son normales. No es que uno compra para subsistir -hubo inconvenientes en algunos lugares con el papel higiénico pero yo he comprado y sin problemas-. Es que en Japón no se siente que el problema sea grave, no hay paranoia.
Además, los carros no son grandes como los de Argentina, acá son canastitos para uno.
No hay tamaños familiares y acá cada uno compra lo suyo. Los japoneses tienen un sentido colectivo, piensan como sociedad pero también son medio individualistas. Se esfuerzan mucho por encajar".
"Las clases empiezan en abril -no se sabía si iban a empezar-pero no me toca cursar así que puedo no ir.
Yo no uso transporte público (se usa normalmente) pero porque vivo cerca de la facultad donde tengo el laboratorio e iba en bicicleta hasta que me la afanaron… -se ríe- ¡En Japón! Nunca me la afanaron en Argentina, pero porque muy confianzudo y nunca le ponía candado.
Caminaré hasta que compre otra, aunque ahora por el tema del coronavirus por precaución uno tiende a usar menos al transporte público. ¡Mejor el aire libre! Fuera de eso, no me ha afectado en nada en el día a día".
"Mi familia tenía cierta preocupación. Mucha gente me mandó mensajes - gente que hacía años no sabía nada-, se preocuparon y se los agradezco pero acá realmente la pandemia del coronavirus no se siente".
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