"El recurso extraordinario, cuya denegación originó esta queja, resulta inadmisible. Por ello, y oído el señor Procurador General de la Nación interino, se desestima la queja". Así la Corte Suprema de Justicia de la Nación cerró la acusación contra Carlos Carrascosa.
Hace 11 años, el viudo había sido condenado como presunto coautor del homicidio de su mujer, María Marta García Belsunce. Ahora, la Corte Suprema rechazó el último recurso y dejó firme la absolución de Carrascosa.
Eduardo Casal, procurador general interino de la Nación, señaló durante el dictamen: "En fin, no encuentro en ese trámite la violación al derecho de defensa que alega el recurrente ni, por ello, razones para objetar la sentencia de la Corte bonaerense que permitan fundar la competencia por apelación del Tribunal según su doctrina de la arbitrariedad".
"La doctrina de la arbitrariedad no puede ser invocada a fin de provocar un nuevo examen de cuestiones no federales cuya solución es del resorte exclusivo de los tribunales provinciales, salvo que se demuestre su notorio desvío de las leyes aplicables o una ausencia total de fundamento, pues esa doctrina no pretende convertir a la Corte en una instancia ordinaria más, entre las ya muchas que ha tenido este proceso. La doctrina de la arbitrariedad de sentencia -cabe destacar una vez más- no tiene por objeto corregir fallos que las partes puedan reputar equivocados, sino que solo pretende suplir defectos realmente graves de razonamiento que impidan considerar la sentencia como el acto jurisdiccional al que toda parte en un proceso tiene un derecho constitucionalmente asegurado", declaró Casal.
La socióloga María Marta García fue asesinada de 5 disparos en la cabeza en el interior de su casa en el country Carmel. Su marido la encontró inconsciente con medio cuerpo sumergido en la bañera. El crimen tuvo todos los condimentos necesarios para convertirse en un fenómeno mediático que duró años. Hoy, incluso, es un éxito el documental que hizo Netflix sobre el caso.
El juicio al que fue sometido Carrascosa fue largo: primero se lo condenó en 2007 por encubrimiento; luego en 2009, como coautor del crimen. Esta última sentencia lo llevó a la cárcel. En 2016 se detectaron graves irregularidades en el proceso y el viudo quedó libre tras la absolución. Y ahora se desestimó la queja que había elevado la Procuración General bonaerense a la Corte Suprema.
Lo que sigue es el tercer juicio que tiene en la mira a Nicolás Pachelo, ex vecino del country, y a dos exvigiladores del Carmel.