La actriz adoptó un estricto entrenamiento antes de filmar la película que en 2015 la convirtió en estrella. Desde entonces, ella es una referente fitness y de equilibro físico y mental. Mirá cómo lo hizo.
La vida de Dakota Johnson tuvo un antes y un después de la película Cincuenta Sombras de Grey. Y hoy, varios años después y con su carrera como actriz encaminada, se conocieron detalles de cómo se preparó físicamente para un film de tanta exposición en la que era clave que se sintiera segura de su cuerpo.
Y ese plan adoptado en 2015 por la entonces joven actriz conocida como "hija de Melanie Griffith y Don Johnson" fue el punto de partida de un proyecto de vida saludable más amplio y más allá de aquella circunstancia.
Ramona Braganza, entrenadora de otras celebs como Jessica Alba, Halle Berry y Anne Hathaway, fue la encargada de armarle la rutina de ejercicios que comenzó cinco meses antes del rodaje.
El objetivo era tonificar su cuerpo lo más posible, sumando una dieta sana y bien equilibrada.
El entrenamiento de Dakota Johnson: el método 3-2-1 fitness más hot yoga
La actriz siguió una rutina de sesiones de entrenamiento de 25 minutos cada una durante cinco días a la semana.
Y desde entonces adoptó como clave de su entrenamiento un método muy popular llama 3-2-1 Fitness que combina tres circuitos de ejercicio cardiovascular: dos rutinas de fuerza y una parte final en la que trabaja el core (la zona muscular que envuelve el centro de gravedad de nuestro cuerpo).
La rutina de ejercicios puede variar y adaptarse a cada persona. De hecho, los primeros entrenamientos de Dakota fueron más intensos y después se redujeron en su duración.
Además, cada segmento incluía diferentes ejercicios inspirados en el boxeo, el ballet y Pilates.
El circuito 2015 de Dakota Johnson consistía en correr entre 5 y 10 minutos en la cinta para precalentar, luego hacía tres ejercicios de fuerza sin descanso y más adelante una actividad cardiovascular.
Para complementar el entrenamiento, una vez por semana la actriz practicaba hot yoga, una práctica que se realiza en una sala climatizada a 40 grados, lo que hace que la disciplina se sienta más intensa y que se transpire más, con efectos positivos en la mente y el cuerpo ya que se liberan toxinas.
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