Referente en cursos de marroquinería, Marina Mendez se propuso llegar hasta el último rincón del país con sus conocimientos. Pionera en cursos digitales, después de afianzarse en sus cursos presenciales en Mar del Plata, se animó (en la era pre pandemia), a aprender todo sobre la virtualidad para llegar a cualquier persona en la Argentina que quisiera aprender a coser carteras, billetereras, sobres y todo sobre el mundo de la marroquinería.
“Me encanta coser y todo lo relacionado al diseño, sin perder nunca de vista lo artesanal”, explica Marina. Y agrega: “Es lindísima la sensación de crear proyectos con nuestras propias manos”. Hoy, además de seguir dedicándose a enseñar, se animó a dar un paso más y en unos meses, inaugurará su propio local de insumos de marroquinería, “CASA SUELA”, ubicado en la zona céntrica de Mar del Plata. Mano a mano, hablamos con ella para conocer qué la inspiró a seguir este camino de emprendimiento y cómo hace para seguir creciendo, a pesar de los tiempos de incertidumbre que vivimos.
¿Cómo empezaste a interesarte por la marroquinería?
Empecé haciendo indumentaria pero había algo que no terminaba de cerrarme, que no me atrapaba del todo. Hasta que un día, literalmente tirada en la cama mirando el perchero, me quedé absorta mirando una cartera divina que tenía. Fue como una iluminación: me di cuenta de que eso era lo que quería hacer.
¿Qué es lo que más te atrajo de la marroquinería?
¡Que las carteras son amigables! No exigen talles ni números. Y, además, me atrajo el hecho de poder diseñarlas yo misma, me parecía un escenario perfecto.
¿Cómo fue el proceso de empezar a dar cursos digitales?
Yo había empezado con los cursos online antes de que llegara la cuarentena, pero cuando empezó, al igual que todos, me vi obligada a pasar toda mi actividad a lo virtual. Es el día de hoy que sigo perfeccionándome en el tema para poder brindar cursos de mejor calidad, especialmente en temas técnicos.
¿Cómo surgió la idea de abrir un local?
Junto con la pandemia, comencé a vender todos los insumos necesarios para fabricar, también de forma online. El proyecto se llama CASA SUELA y tiene llegada a todo el país. ¡Pero quise dar un paso más! Y en unos meses voy a abrir el local en el centro de Mar del Plata. Sé que es muy jugado abrirlo hoy por la situación incierta que vivimos, pero se dio la posibilidad y no quiero desaprovecharla. Dejo todo en manos del universo.
Si recordás a la Marina que empezó a interesarse por la marroquinería y la compararas con la de hoy, ¿de qué estás orgullosa?
Si veo a la Marina de 2008 cuando comencé a fabricar carteras, me parece muy largo el camino recorrido y con muchos errores, pero me da satisfacción el nunca haber desistido y haber seguido mis sueños. Siempre continué aspostando, aunque a veces los riesgos hayan sido grandes, incluso desde una perspectiva económica. Estos últimos años, mi trabajo me hizo saber que este era el camino porque encontré mi pasión.
¿Cuáles son los pros y contras de ser tu propia jefa?
Lo bueno es poder manejar mis tiempos y organizar mi vida de una forma un poco más flexible. Por ejemplo, si un día tengo que hacer algo fuera del trabajo, simplemente cambio y acomodo los horarios. Pero, a la vez, hay que tener mucha disciplina porque dedicarnos a lo que nos gusta no permite despertarnos a las dos de la tarde y no trabajar durante cinco días porque no tenemos ganas. Al contrario: hay que tener horarios y cumplirlos, organizarse y ser responsables. Y creo que otra cosa que hay que aprender es a no cargar con muchísimas responsabilidades y aprender a delegar para no enloquecer.
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