CREADORAS DEL ORDEN
Amigas de toda la vida y fanáticas del orden y la prolijidad, en abril de este año Mariana Gándara y Delfina García Oliver decidieron hacer de su don un emprendimiento. Así nació Creadoras del orden, un particular servicio basado en el método y las enseñanzas de Marie Kondo. “Las dos adherimos a esta creencia de que se puede vivir con menos y eso es lo que proponemos”, explica Gándara. A partir de una cuenta de Instagram y otra de Facebook las amigas –formadas en marketing visual– empezaron a compartir la filosofía de “soltar, ordenar y disfrutar”. Lo que empezó con el orden de sus propios guardarropas, cocinas y casas, terminó en un servicio personalizado que va de guardarropas, cocinas o cuartos de juegos a oficinas o bauleras. “Ayudamos a la gente a aprender a soltar y deshacerse de lo que no necesitan. Creemos que tener poco y sólo lo que usamos nos hace felices”, aseguran. Su trabajo se presupuesta por horas de trabajo y además del servicio se ofrecen los insumos necesarios para mantener el orden.
DOE
Eran conocidos en el club por sus videos creativos en cada cena de fin de año. Los amigos Lucas Murillo, licenciado en Comunicación Social y Francisco Casais, abogado devenido en creativo publicitario, se conocieron jugando al rugby en el Liceo Naval. “Nos dimos cuenta de que nuestros videos tenían mucha repercusión y que nosotros funcionábamos muy bien”. Una tarde, mientras pensaban qué más hacer, surgió la idea de tener su propia productora audiovisual: DOE (en honor al nombre del grupo de amigos al que pertenecen y del equipo de fútbol que compite activamente). Hoy son cinco –dos productores/directores, un realizador, un diseñador gráfico y un experto en mobile– los que se juntan todos los días a pensar, trabajar y producir contenido e ideas en un PH luminoso de Núñez que tiene parrilla y aro de básquet “para despejar la cabeza”. Finalmente, las ideas son llevadas a cabo en un producto concreto: comerciales para tevé, cine, campañas en Instagram o Facebook.
WAWITA: BEBÉ A UPA
Como pasa con la mayoría de las buenas ideas, fue la experiencia la que llevó a Flavia Rabinovich y Fernanda Petrarca a crear Wawita. “Empezó como una idea en el living de casa: hablábamos de lo complicado que es tener un bebé y un hijo chico cuando salís a la calle con los dos”, cuenta Flavia. Profesionales formadas en danza y yoga, el desgaste físico y la búsqueda de opciones que permitieran llevar un bebé a upa sin recargar las lumbares fue el disparador para la wawita portabebé, un producto inspirado en el modo en que las madres cargan a sus bebés en los pueblos andinos.
¿Les costó que la gente adoptara el producto? Muchas conocían la técnica, pero le tenían desconfianza. Por eso decidimos ir con la venta directa: vamos a casas de madres, centros de trabajo corporal para embarazadas y medios dedicados al tema.
¿Qué productos venden hoy? Hacemos accesorios que acompañan durante el embarazo y los primeros tiempos, como el bolso cambiador. Pensamos y desarrollamos productos que favorezcan el contacto con el bebé: productos anatómicos y cómodos que estimulen el desarrollo y además protejan a madres y chicos.
texto L. BENEGAS/ C. URTA fotos C. MARTÍNEZ / GENTILEZA MARCAS