Hace poco más de una década Anya Hindmarch impuso la moda "I'm not a plastic bag" (No soy una bolsa de plástico). Hoy, en el Día de la Tierra, vuelve con "Soy una bolsa de plástico", una línea de bolsos hechos a partir de millones de botellas recicladas.
La moda, una de las industrias más contaminantes del mundo, reacciona y suma su aporte para intentar reducir el daño al medio ambiente y llamar la atención hacia un consumo sustentable.
Es así como la diseñadora Anya Hindmarch lanzó su colección "I Am A Plastic Bag" ("Soy una bolsa de plástico") con bolsos de lujo realizados a partir de botellas de plástico recicladas.
Diseños de lujo que apuestan por reutilizar ese plástico que tanto daño hace y hacer del reciclado la mejor tendencia.
Reconocida mundialmente, la diseñadora británica decidió presentar su colección mediante una gran intervención.
Así, su tienda en Londres permaneció cerrada por unos días, luciendo completamente cubierta de botellas de plástico recicladas.
Y afuera, las personas se agolparon frente a sus vidrieras para ver (e instagrammear) de qué se trataba semejante experiencia.
Así se enteraron del nuevo proyecto de Anya Hindmarch SS20: apostar por la campaña que la hizo famosa -"I' m not a plastic bag" ("No soy una botella de plástico")- en todo el mundo y lanzar una nueva versión: "I am a plastic bag" ("Soy una botella de plástico").
La mejor moda
Pasaron 13 años desde que vimos a una joven Keira Knightley pasear por las calles de Londres con un curioso bolso de tela. En 2007, la actriz de "Orgullo y Prejuicio" tenía toda la atención sobre ella.
En su bolso se leía "I'm not a plastic bag" ("No soy una bolsa de plástico") y su idea -que en 2007 parecía alocada de ya no utilizar bolsas plásticas al hacer sus compras para cuidar al medio ambiente- hoy ya es una realidad.
Las celebrities comenzaron a sumarse a la causa, un poco por conciencia, otro poco porque Hindmarch logró hacer de su producto el ítem de moda.
En ese entonces su tote bag se agotó rápidamente y en sus tiendas en todo el mundo las personas hicieron largas colas por lograr obtener uno. Lo de Hindmarch fue sensación.
Todas querían tenerla, hasta Reese Whiterspoon quien la portaba la suya con orgullo por Hollywood (aunque un poco más por moda que por conciencia ambiental): "¡Si no fuera porque en la foto Reese usa vasos de plástico!" se lamentó la diseñadora.
Cada botella de plástico cuenta
Pero las cosas fueron cambiando. Hoy, las bolsas de plástico, las botellas y sobre todo, ¡las pajitas! están en la mira.
El mundo fue tomando conciencia del daño que producen -las botellas de esta colección fueron ganadas, sobre todo, de los desechos que se arrojan al mar-, aunque no es suficiente.
Con el planeta en peligro y Gretas Thundbergs alertando sobre las consecuencias de cada una de nuestras elecciones -desde al comer y al vestir-, la moda no es indiferente a lo que sucede y apuesta por la sustentabilidad.
Es por eso que Anya Hindmarch decidió retomar la causa, hacer de ella la inspiración 2020 en una colección de lujo que, contó, le tomó dos años de trabajo: su nueva "I am a plastic bag" .
Esta nueva creación cuenta, además de totes, con distintos accesorios, desde kits de viaje a billeteras.
Cada pieza de lujo fue trabajada al detalle para lograr un producto realmente sustentable. Cada tote fue realizada "con un innovador tejido de lona de algodón creado a partir de botellas de plástico usadas", destacó la designer. Cada tote utiliza 32 botellas recicladas.
Además "vienen recubiertas con un material hecho de parabrisas de autos para darles un acabado duradero y resistente a la intemperie", describió. Las totes vienen en cuatro colores y en precios que rozan las 695 libras.