El enlace de la condesa Olympia con el heredero de Napoleon Bonaparte, el príncipe Jean-Christophe nos mostró el vestido ideal de casamiento. Moderno y sofisticado, éste es un look que quedará en la historia de las bodas reales.
Tantas opciones, tantos diseños, el vestido de la temporada de bodas llegó de la mano de una ocasión real: la boda de la condesa Olympia Olympia d'Arco-Zinnebergvon. Con sus 31 años, ellla dio con un modelo de esos para recordar.
Y, la boda de la condesa con el príncipe Jean-Christophe Napoleon Bonaparte (32) fue la excusa para reunir a la realeza europea en uno de esos eventos para recordar. Todos pudieron admirar el look elegido por una aristócrata actual.
La boda fue en la Catedral Saint-Louis des Invalides de Paris. A donde llegó la novia llegó enfundada en un bellísimo vestido por Oscar de la Renta de la colección de novias Fall '19 hecho a pedido: un strapless calado con hojas blancas cosidas sobre una base de tul semitransparente que acompañó con una delicada capa.
Un modelo innovador y moderno a la vez que la joven condesa acompañó con impresionantes joyas dignas de su status de realeza.
Y es la la boda casó un revuelo aristocrático por ambos lados ya que el novio (financiero) es tatara sobrino nieto -y heredero- del emperador Napoléon Bonaparte. Y la novia por su parte es tatara sobrina nieta de la archiquesa Marie-Louise de Austria (histórica mujer de Napoleón).
Se trata de una unión histórica: la Casa de Francia unida a los Habsburgo nuevamente y esta vez por amor. "Es una historia de amor en lugar de un guiño a la historia", remarcó el príncipe Jean-Christophe. "Cuando conocí a Olympia, me sumergí en sus ojos y no en su árbol genealógico. Después pudimos sonreír ante esta coincidencia histórica", remarcó el heredero de Napoléon.
Nada empañó su alegría, ni la lluvia. A Olympia se la vio radiante y super a gusto con su atuendo. Un vestido que le permitió moverse y saludar a todos con total espontaneidad (aunque, aún así su hermana la condesa Giorgianiad'Arco-Zinneberg la ayudó con su larguísimo velo).
Una boda VIP
Acorde a una boda real también lo fueron los invitados. Tomá nota: si te invitan a una boda de la aristocracia hoy, es posible que te cruces con la crème de la crème europea. Y es que el heredero de Napoleón y su mujer viven en Londres y son muy populares entre el circuito de jóvenes solicialités.
Así, en la catedral, además de a la madre del novio -la princesa Beatriz de Borbon-Dos Sicilias- se vio a Pablo de Grecia primo del rey Felipe de España (quien asistió del brazo de su hija Maria Olympia).
También Jaime de Marichalar, el excuñado del rey y el príncipe Christian de Hannover (hijo de Ernesto de Hannover) con su mujer, la princesa Alessandra de Osma (peruana y abogada).
¿El ensayo real?
Y, fuera de la novia con su bello vestido, la más mirada en todo el evento fue sin dudas la princesa Beatrice de York.
Protagonista del próximo casamiento real. La nieta de la reina Isabel II llegó de la mano de su prometido Edoardo Mapelli Mozzi y no se perdió detalle:
Beatrice tomó nota desde los invitados a la boda a los looks, roles de privilegio que se tuvieron en cuenta (desde damas de honor a... ¡todo!) hasta al auto convertible con el que los recién casados se retiraron del lugar, no sea cosa de repetir.