El cuerpo de la periodista sueca, Kim Wall (30), asesinada por el constructor de submarinos danés, Peter Madsen, el 10 de agosto de este año va apareciendo por partes. El 23 de agosto un ciclista encontró el torso que luego, examen de adn mediante, resultaría ser ella. Gracias a esto el crimen pudo empezar a esclarecerse. Ese torso demostró que el cuerpo había sido lastrado a propósito para que no emergiera a la superficie. También presentaba entre 15 y 16 puñaladas, varias en la zona de los genitales.
Casi dos meses después, el viernes 6 de octubre, aparecieron las piernas y la cabeza en bolsas de plástico junto con un cuchillo. No había ropa con los restos y el cráneo no tenía fracturas. Estas partes del cuerpo también habían sido lastradas.
Ahora, la policía danesa dijo que los buzos que trabajan en el caso han encontrado un brazo que, sospechan, es de ella, aunque faltarían las pruebas de laboratorio.
La reconocida periodista freelance desapareció luego de subir al submarino de Madsen para hacerle una entrevista. Madsen está preso y luego de varios cambios en sus declaraciones ha admitido haber desmembrado el cuerpo, pero aún niega haberla asesinado y haber abusado de ella. Prefiere hablar de accidente: sostiene que murió accidentalmente cuando una puerta tipo esclusa de 70 kilos le cayó encima. Algo que ya nadie cree. El rompecabezas del crimen que espanta al continente europeo está casi completo.
Texto CAROLINA BALBIANI fotos AFP /Reuters