Hace unos días, la ex top model reveló que fue diagnosticada con esclerosis múltiple. En esta entrevista exclusiva con Para Ti, nos cuenta cómo se encuentra hoy y sus ganas de pelearla.
Hacía rato que no teníamos noticias de Inés Rivero (44), la ex top model argentina (nacida en Córdoba) que siendo adolescente se fue a triunfar a París y a Nueva York. Pero en los últimos días su nombre volvió a sonar porque se animó a contar que tiene esclerosis múltiple en remisión.
Inés se instaló definitivamente en Estados Unidos, donde tuvo a su hija Maia (18). Vive en Key Biscayne, Miami. Justo cuando Para Ti la llamó para hacer esta entrevista estaba en medio de una mudanza en el contexto de la pandemia por el coronavirus. "Es terrible mudarse en este momento de pandemia porque tengo que estar cuidándome de las personas con las que me estoy mudando. Tengo seis personas adentro de casa, así que ya la cuarentena no sirvió de nada", comentó Inés.
¿Cómo estás viviendo la pandemia? En Estados Unidos, el coronavirus golpeó muy fuerte.
La verdad que bastante bien. Hay muchos casos en el norte... En Miami tenemos un poco más de suerte. Igualmente como todos, me imagino, días buenos, días malos y días raros. No saber qué va a pasar o cuanto más va a durar a veces da mucha ansiedad. ¡Estoy hasta la corona del virus este!
Los primeros síntomas de esclerosis múltiple
Inés comenzó a tener síntomas en enero del año pasado (empezó sintiendo menos fuerza en el brazo derecho, calambres en un pie, se le resbalaban las cosas de la mano, uno de los párpados le temblaba bastante, le picaba y le ardía la piel) y cuatro meses después le dieron el diagnóstico: esclerosis múltiple.
¿Cuándo empezaste a sospechar que algo te estaba pasando?
Empecé a sentir cosas raras en mi cuerpo. Más allá de un dolor de cabeza o de estómago es raro en mí. A cada instancia, chequeaba en Google y siempre había una alusión al sistema nervioso. Terminé yendo a un neurólogo y me hicieron la resonancia.
¿Y cuál fue tu reacción cuando te dieron el diagnóstico?
La verdad es que me quedé dura. Como que uno a veces se cree invencible, uno no toma consciencia de que todos somos vulnerables. Al principio dije, "bueno… es lo que hay y habrá que lidiar con esto. Poner el pecho a las balas". Ése siempre había sido mi lema y me funcionaba. Claramente mi cuerpo no opina igual. Lógicamente, tenía que hacerlo, tenía que arremangarme y ponerme a solucionar o manejar la situación, pero era la “forma” que debía cambiar. La naturaleza es demasiada perfecta, nos habla todo el tiempo. Mi cuerpo me dijo basta, necesitaba un reseteo.
El diagnóstico de la enfermedad
¿Qué hiciste, cómo te reseteaste?
Después del shock inicial, decidí dedicarme a hacer los cambios en mí que necesitaba para hacer lo posible para que esta enfermedad no empeorara. El resto, se lo deje en manos de mis doctores. La esclerosis múltiple me ha puesto enfrente la posibilidad de mejorar, de suavizar las asperezas en mí. Y las he tomado lo mejor que he podido y sigo intentándolo. Así como ha sido un golpe fuerte el diagnóstico, también ha sido una bendición.
¿Qué es lo primero que pensaste cuando te dieron el diagnóstico?
Pensé que la vida me volvía a desafiar y ahí me dí cuenta que estaba viéndolo al revés. No he parado de desafiar a la vida y dejame decirte que ella es fuerte y gana cuando quiere... Buena enseñanza.
¿Cuál es tu expectativa con respecto a la enfermedad?
Difícil decir, porque el progreso de esta enfermedad es impredecible y distinto en cada individuo. Saltare esos obstáculos cuando se presenten. Yo vivo hoy, ahora. Como viva este momento predispone mucho el próximo y eso es lo único que puedo decirte del futuro. Antes de que me llamara el doctor, tenía cualquier cosa en mi cabeza menos esta realidad. Todo puede cambiar en un abrir y cerrar de ojos, así que no quiero especular con que va a pasar en 5 años o si todavía estaré bien a los 55. Hoy estoy bárbara.
¿Cómo viviste la experiencia de contárselo a tu hija y a tus padres?
Me preocupaba contárselos porque no quería que se preocuparan. A mi hija lo que menos quería es cargarla con esto. A mi familia, peor porque están lejos. Lo bueno es, tuve un resultado muy bueno de mi punción lumbar y pude darles las dos noticias al mismo tiempo (que tenía el diagnóstico y que la enfermedad estaba en remisión, latente). Eso ayudó mucho. Mi hermano que es médico lo supo desde el principio por supuesto.
El apoyo familiar de Inés Rivero
Maia es fruto del segundo matrimonio de Inés con el financista cubano Jorge Mora, de quien se divorció en 2004. Anteriormente ella se había casado anteriormente, a los 19, con el fotógrafo Alé de Baseville; y se casó por tercera vez con el entrepreneur ecuatoriano Ernesto Estrada. Ahora está en pareja con John Boord, con quien había tenido una relación anteriormente y volvió a reencontrarse en junio del año pasado.
¿Cómo ayuda estar acompañada en un momento así?
Estoy muy mimada, acompañada y amada. Tres de las cosas que según yo, curan la esclerosis múltiple o, al menos, la mantiene inactivo para mí.
¿Volverías a vivir a la Argentina?
No lo veo en un futuro cercano, pero no lo descarto. Sigo viviendo en Miami. A veces con ganas de irme a otro lado, pero termino quedándome. He vivido en muchas ciudades... Es como natural cambiar para mí. Pero ya llevo 14 años en esta ciudad y creo que mi vida de nómada ya terminó. O al menos por el momento.
¿Qué estás haciendo a nivel laboral? ¿Te gustaría volver a actuar como aquella vez que participaste en "El diablo se viste a la moda"?
Como actriz, ningún interés... En algún momento me gustó y soñé con hacer películas. Supongo que a nivel profesional aquella película fue un buen trabajo para listar en mi curriculum. Fue una película muy ícono para los amantes y seguidores de la moda. Yo no me catalogaría como actriz por ese pequeño cameo... Fue divertido hacerlo y claro que me siento afortunada de haber estado en el elenco. ¿En lo personal? Podría decirte que haber tenido 30 segundos en una pantalla de cine junto con Meryl Streep es más de lo que una persona que no aspira a ser actor pudiera pedir. De vez en cuando hago fotos o algún trabajo, pero ya no es mi trabajo. El yoga y la meditación me mantienen bien y sana. Tengo que dedicarle mucho tiempo de mi día así que se ha vuelto más un lifestyle para mí. Es probable que el yoga y la meditación se conviertan en mi trabajo también.
¿Cuál es tu peor miedo con respecto a la esclerosis múltiple, tu enfermedad?
No tengo miedo. Mi doctor me dijo que de esto no me voy a morir… Será cuestión de aprender a vivir con ella.