La Reina Máxima de Países Bajos está viviendo uno de los momentos más difíciles de su vida en lo que respecta a la función pública, aún peor que en 2020, cuando su popularidad bajó ostensiblemente.
En ese momento, los holandeses habían visto con recelo la actitud de los reyes de irse de vacaciones a Grecia cuando en el país aún no se habían levantado las restricciones por el paso de la primera ola de coronavirus.
En ese entonces, Máxima y Guillermo, que se habían sacado fotos navegando vestidos en traje de baño, tuvieron que suspender sus vacaciones, volver a Holanda y pedir disculpas públicamente, lo que hicieron a través de un video que se difundió por televisión.
Durante 2020 también se votó en el parlamento holandés que los reyes debían explicar públicamente en qué gastan sus abultados sueldos, lo que comenzará a suceder este año.
Ahora los problemas políticos a los que se enfrentan Máxima y su esposo, el Rey Guillermo, han aumentando. Y si bien no se refieren a nada que comprometa sus actos directamente, sí comprende a su Gobierno y se relaciona con acusaciones, aparentemente falsas, sobre corrupción.
Más específicamente se habla de fraude fiscal a 26.000 familias, noticia que provocó la renuncia de todo el gabinete del Gobierno holandés. En plena acefalía de poder, Mark Rutte, aliado de los reyes, asumió el cargo de primer ministro de manera interina, por dos meses.
El escándalo es tal que los especialistas hablan de terremoto político sin precedentes en el país. El fraude se habría cometido sobre familias que reciben asignaciones familiares.
Según afirma el diario inglés Daily Mail, "26.000 padres de familia inocentes quedaron en la ruina financiera después de ser forzados injustamente a devolver decenas de miles de euros en un escándalo que se remonta a 2012". Y dice que Rutte aceptó la responsabilidad por el grave error cometido.
Según sigue consignando el medio británico, algunos de esos padres de familia "fueron atacados debido a errores menores en el papeleo, como firmas no coincidentes, mientras que hasta 11.000 fueron sometidos a un escrutinio adicional por tener doble nacionalidad, lo que llevó a denuncias de racismo sistémico".
Siempre según la fuente, se celebrarán nuevas elecciones en marzo para elegir al nuevo gabinete. Todo esto sucede mientras Holanda vive la cuarentena más estricta de toda la pandemia, por estar atravesando la segunda ola de covid.
En una conferencia de prensa, el primer ministro interino, Rutte, describió el asunto como "vergonzoso". "Estamos de acuerdo: si todo el sistema ha fallado, sólo se puede asumir la responsabilidad conjunta", dijo. "Y eso lleva a la conclusión de que acabo de ofrecer al rey la dimisión de todo el gabinete", agregó.
Según informa Daily Mail, las autoridades holandesas pagarán una indemnización de al menos 30.000 euros a unas 10.000 familias después de que una investigación descubrió que se había cometido una "injusticia sin precedentes".
La investigación parlamentaria dijo que los funcionarios públicos cortaron los beneficios a miles de familias entre 2013 y 2019, lo que provocó desempleo, quiebras y divorcios.
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