El consumo elevado de carnes rojas, embutidos, quesos, mantecas, margarinas, lácteos enteros, y productos dulces de panadería, sumados al sedentarismo, al déficit en la ingesta de vegetales, frutas, sustancias antioxidantes y, naturalmente, el estrés constituyen la combinación perfecta para la aparición de altos niveles de colesterol en sangre, importante factor de riesgo para sufrir enfermedades cardiovasculares.
Lo que no todos saben es que las afecciones del corazón se encuentran en la cúspide de los causales de muerte y presentan la gravísima característica de ser “silenciosas”. La prevención de infartos, trombosis, arteriosclerosis, o ateroesclerosis, implica tomar conciencia de que es necesario y urgente un cambio en el estilo de vida. Para lograrlo, el alga espirulina, se convierte en la gran aliada natural que puede ayudarnos con ese objetivo tan importante.
La espirulina contiene proteinas y vitamina B12 y ácidos esenciales
Entre las principales cualidades de la espirulina se destaca ser la fuente más rica de la naturaleza de vitaminas de grupo B (entre ellas la vitamina B12), ácido gammalinolénico (GLA -omega-6) y la enzima de gran capacidad antioxidante Superóxido Dismutasa (SOD). Adicionalmente, casi el 70 por ciento de su peso lo constituyen proteínas muy ricas en aminoácidos esenciales -conteniendo la totalidad de los mismos- y gran concentración de aminoácidos no esenciales.
- Un gramo de Espirulina contiene entre 30 y 50 veces más beta-caroteno que la zanahoria. Este compuesto es responsable de gran parte del mecanismo de la visión, equivaliendo su concentración al 75 por ciento de los requerimientos diarios de la dieta humana.
- Una de las más importantes propiedades que distinguen la espirulina del resto de los alimentos es su sorprendente digestibilidad, siendo cercana al 90 por ciento lo cual significa que casi la totalidad de sus componentes nutricionales podrán ser aprovechados por el organismo, en contraste con los nutrientes de la carne bovina, ovina o porcina, o las proteínas derivadas de la soja, los cuales su aprovechamiento no supera, en el mejor de los casos, el 35 por ciento.
Alimentos que tenés que evitar si tenés colesterol alto
Existen en el mercado productos que, además de no corresponderse a una vida saludable, son potencialmente peligrosos para nosotras
Los aceites de mesa y las margarinas obtenidos por prensado en caliente, hidrogenación y esterificación los cuales transforman todas sus grasas benéficas (químicamente denominadas insaturadas y poliinsaturadas) en grasas saturadas y “trans”, elevadoras del colesterol sanguíneo, LDL (vulgarmente llamado “colesterol malo”), siendo a su vez potenciales formadoras de ateromas (depósitos grasos en arterias) debido a su estructura modificada.
Algo similar ocurre con las bebidas gaseosas que por su contenido de ácidos, propician la aparición de osteoporosis y secuestran innumerables nutrientes que protegen de muchas enfermedades. Asimismo las harinas y azúcares refinadas son sometidas a procesos físicos y químicos donde se “limpian” de casi todos sus principios nutritivos, dejándolos reducidas solamente a los carbohidratos simples más temibles.
A la hora de adoptar un tratamiento anticolesterol deben tenerse en cuenta el consumo de tabaco, la diabetes, la obesidad, la hipertensión, el alcoholismo, el estrés, así como también la historia colesterolémica familiar, además de comenzar cuanto antes un plan de alimentación sano, adoptar un programa de ejercicios físicos y complementar la dieta con suplementos dietarios que aporten ciertas sustancias que disminuyan o inactiven definitivamente los factores de riesgo.
Cómo consumir el alga
Podés comprarla en polvo -en cualquier dietética- y consumir una cucharada de te por día disuelta en agua o jugo de naranja. Y otra opción es comprar cápsulas y consumir una por día. Obviamente, ante cualquier duda, siempre recomendamos lo mismo: antes consultarlo con tu médico de cabecera.