La pandemia está dejando sus efectos y la industria de la moda no es ajeno a esto. Alessandro Michele, director creativo de Gucci, acaba de anunciar que le dice adiós a los desfiles y colecciones tal como los conocíamos.
Los desfiles y las colecciones ya no volverán a ser como antes. Esto es lo que anunció Gucci hace unos días, y sería una de las tantas consecuencias de la pandemia por covid 19.
La firma italiana tomó una decisión sin precedente: le dice adiós a los desfiles y colecciones tal como los conocemos. Alessandro Michele, director creativo de Gucci, anunció que reducirá la cantidad de colecciones que realiza cada año y que pasaría de hacer cinco desfiles anuales a dos, abandonando así definitivamente las conocidas colecciones crucero o de media estación.
Además comentó que eliminaría la distinción entre las pasarelas masculinas y femeninas, así como las colecciones pensadas en las estaciones. Ya no habría más colección primavera-verano, otoño-invierno, crucero y pre-fall: "Me gustaría dejar atrás la parafernalia de los leitmotiv que colonizaron nuestro mundo anterior: crucero, pre-otoño, primavera-verano, otoño-invierno. Creo que estas son palabras rancias y mal alimentadas".
Gucci tendrá entonces dos colecciones anuales, sin temporadas, y no hay planes para un desfile en septiembre. Su decisión impulsa un cambio para que el sistema sea más eficiente y menos derrochador.
Aunque Michele reconoció que aún no están seguros de cómo y cuando serán las nuevas "citas", como se refirió a los desfiles.
Las palabras de Alessandro Michele
"No deberíamos volver a empezar del mismo modo, sin aliento. Ha sido demasiado difícil. Necesitamos un nuevo aire para permitir que este complejo sistema renazca", expresó Michele y por eso tomó la decisión de reducir la agenda de las pasarelas. " La ropa debería tener una vida más larga que la que estas palabras les atribuyen".
"Voy a abandonar el desgastado ritual de las colecciones dedicadas a las estaciones del año para recuperar una nueva cadencia, una que sea más cercana a mi expresividad", escribió Michele en unas publicaciones que tituló "Notas del silencio" y que compartió en su cuenta de Instagram.
Durante el confinamiento en su departamento en Roma reflexionó sobre la situación que vive el mundo: "Tuve el tiempo que nunca antes había tenido para pensar en mi trabajo, mi creatividad, nuestro futuro, el futuro de la empresa". Y confesó sentir que si seguía así, su "creatividad estaba en peligro".
“Nos encontraremos solo dos veces por año para compartir los capítulos de una nueva historia. Capítulos irregulares, jubilosos y completamente libres, que al escribirse mezclarán las reglas y los géneros y se nutrirán de nuevos espacios, códigos lingüísticos y plataformas de comunicación”, agregó el diseñador italiano.
"Nuestras imprudentes acciones han quemado la casa en la que vivimos. Pensamos en nosotros mismos como seres separados de la naturaleza, nos creímos astutos y todopoderosos", escribió en su cuenta de Instagram. “Tamaña arrogancia nos hizo perder el vínculo de sororidad con las mariposas, las flores, los árboles y las raíces. Tanta ambición nos hizo descuidar la armonía y el cuidado, la conexión y la pertenencia", insistió.
El coronavirus afecta al mercado del lujo
La industria de la moda (y en especial el mercado de lujo) se encuentra en un punto de no retorno: el efecto pandemia afectó mucho más que la salud mundial. Saint Laurent anunció que este año no realizará desfiles de moda y seguirá su propio calendario, al igual que Dries Van Noten. Giorgio Armani presentará desfile de hombres y mujeres en septiembre, y que el de alta costura lo hará en enero en Milán y no en París.
Esta drástica decisión de Gucci podría tener un efecto dominó en la industria: Gucci, bajo el mando de Michele, ejerce mucha influencia en la moda. Y por lo pronto en septiembre, fecha en que se desarrolla la semana de la moda de Milán, la marca italiana no estará.
Michele también instó a mantener un "diálogo abierto" con otras casas de lujo y órganos rectores de la moda para "volver a cablear" el sistema y proponer uno más sostenible. "El mundo de la moda se ha convertido en una especie de Woodstock, abierto a un gran público. Nos siguen muchas personas que nunca han entrado en nuestras tiendas y que están pendientes de las decisiones que tomamos", señaló.
"Me apasionan los desfiles de moda, pero tal vez podamos estar abiertos a verlos de una manera diferente", puntualizó.