Para disminuir la grasa corporal, el secreto es llevar al cuerpo a un déficit calórico. ¿Cómo se consigue esto? "Comiendo menos calorías de las que gastamos (incluyendo actividad y gasto basal), o bien quemando el exceso de calorías a través del deporte. Para muchas mujeres, la segunda opción es la más interesante, ya que además el deporte tiene otras ventajas como por ejemplo liberar estrés", opina la experta en cliclismo Noelia González, de LIV.
Andar en bicicleta es uno de los ejercicios con más beneficios. Dependiendo del esfuerzo que realices, podés quemar entre 400 y 600 calorías, además de disfrutar de los beneficios que tiene para el corazón y para mantener la presión arterial bajo control.
Otro de sus beneficios tiene que ver con el bajo impacto que causa en las articulaciones. Por eso, es un ejercicio que también puede ser apropiado para personas con sobrepeso o artritis puedan adquirir mejor forma física.
Como afirma esta especialista, el ciclismo, ya sea de montaña o de ruta, es uno de los deportes cardiovasculares por excelencia, y practicado regularmente ayuda a mejorar tanto la salud como la condición física.
Por ejemplo, cuando realizamos entrenamientos de fondo, rutas largas o paseos constantes en bicicleta, eso ayuda a construir cientos de miles de capilares nuevos en las piernas, con lo que nuestro organismo aporta mucha más sangre rica en oxígeno a los músculos que trabajan durante el ejercicio físico, y las mitocondrias (los hornos quema-grasas de las células de nuestros músculos) también se hacen más grandes, utilizando una mayor afluencia de oxígeno para generar más energía y quemar más grasas.
Practicar ciclismo de forma regular es más que suficiente para hacer aumentar el gasto energético diario de nuestro organismo. Mientras estamos pedaleando, incluso a un ritmo suave de entre 10 a 15 Km/h, nuestro organismo quema entre 500 y 600 calorías en una hora.
Muchos estudios han demostrado que solamente con 30 a 45 minutos de ejercicio cardiovascular al día, podemos aumentar nuestro metabolismo basal y mantenerlo elevado durante la mayor parte del día, quemando mucha más grasa de forma efectiva.
La bicicleta fija también tiene los beneficios del ciclismo, con la ventaja de no tener que moverte de tu casa -si es que contás con una- o sólo con ir al gimnasio. De hecho, el spinning es una de las actividades físicas más recomendadas por los expertos.
Qué músculos se trabajan al andar en bici
Este deporte también te ayuda a aumentar la masa muscular. Fortalece todos los músculos más grandes de nuestro cuerpo: cuádriceps, isquiotibiales, los músculos de la cadera y los glúteos. "Al entrenar en bicicleta desarrollamos más tejido muscular en la parte inferior de nuestro cuerpo, especialmente en la parte superior de las piernas y en los glúteos", afirma Noelia González.
El ciclismo también disminuye el estrés
Andar en bici, sobre todo si se realiza en el exterior o en la naturaleza, también te ayudará a lidiar con el estrés diario, ya que se trata de un ejercicio que libera endorfinas, activa la serotonina y la melatonina, con lo que con la práctica regular, tu ánimo subirá y tu calidad de sueño mejorará notablemente.
Riesgo de lesiones
Este deporte no está exento de riesgos: como indica Manuel Rozalén, de la clínica de fisioterapia Rozalén, en Madrid, esto es debido a la repetitividad del pedaleo, las posturas sobre la bicicleta, la velocidad y la superficie del suelo o incluso, una altura inadecuada del asiento. La rodilla es una de las articulaciones que más sufre y pueden darse lesiones tendinosas, problemas en la articulación femoropatelar y lesiones de meniscos y ligamentos. Para prevenirlas es bueno variar la cadencia de pedaleo.
