De sueños habló la propuesta de Lanvin y su director creativo, Bruno Sialelli. El fashion film fue rodada en un lujoso hotel y al ritmo de la pegadiza canción de Gwen Stefani, "Rich Girl".
Mirá el fashion film:
Una oda a la ligereza y al mundo anterior a la covid-19 (¿quizás una llamada a su regreso?), donde los vestidos de satén, lentejuelas, plumas y metalizados fueron los protagonistas.
Los minivestidos drapeados redondearon la silueta y alargaron las piernas, que quedaron completamente al aire, y los escotes asimétricos y los estampados de leopardo completaron la apuesta de Lanvin, menos intelectual que las últimas creaciones de Sialelli, que hasta ahora parecía explorar creaciones más sofisticadas.
Pero el "bling-bling" y la simpleza tampoco vienen mal de vez en cuando, parecía decir esta vez el diseñador, grabando a sus modelos jugar con coches de niños, bailando y cargando una decena de bolsas Lanvin.
"Creada en un momento único de pausa mundial, esta colección se anticipa al momento en que, tras el confinamiento, el mundo volverá a abrirse. Recuerda las celebraciones del pasado e imagina todas las fiestas del mañana", fue el comentario de Lanvin que sintetiza esta colección.