No pararon de reírse y las miradas cómplices estuvieron presentes durante toda la jornada de grabación. Hace años que se conocen y muy bien. Son amigos del alma y eso se siente, lo transmiten. Ellos son Andrea Frigerio, "modelo, conductora y actriz", en ese orden se autodefine ella misma; y Sebastián Correa, maquillador "estrella" de estrellas que aprendió las artes del make up siendo autodidacta. Juntos dieron vida a este quinto capítulo de Para Ti Fashion Talks.
"¿Cuánto hace que nos conocemos", Andrea Frigerio rompió el silencio. "Nos conocemos hace... No sé. Nos conocimos en la tapa de la revista Plena en el estudio de Gustavo Saied, el día que yo la maquillaba a La Chiqui (Mirtha Legrand) por primera vez... Yo tenía 23 años, tengo 51... No sé hacer cuentas: 28", compartió Sebastián Correa. "¿No decís la edad?", lo apuró Andrea. "¡Cincuenta y uno, acabo de decir!", le retrucó él.
"¡Dios mío, yo mañana cumplo 125 años!", expresó con ironía Andrea. "Mirá... Y pareces un día más de 34", broméo Correa. "¿Cómo te llevás con el paso del tiempo?", quiso saber ella. "Escuchame una cosa: yo cuando era joven, era pelado y ahora tengo pelo largo, ¿cómo me la llevas tú?", replicó.
"Me encanta la edad que tengo... Me siento con sentimientos encontrados. Estoy más sabia, sobre todo, lo que me pasa es que perdí -sin estar desafectada del mundo- esa cosa de querer agradarle a los demás... Y eso me encanta porque, obviamente sí quiero agradar a los de mi familia, a los que quiero -entre los que te incluyo-, pero quiero decir quiero: ser buena y amorosa, no estoy con esa cosa de que quiero que todos me quieran, entonces, soy un amor y estoy siempre pendiente de no equivocarme, y de estar bien... Toda esa parte, por suerte, la despeje de mi vida", señaló Andrea.
"Mi abuela me marcó un montón... Yo tenía una abuela que nació en Marsella y vino a Argentina y entonces se las arregló como pudo al principio, después se casó con mi abuelo, hizo una familia... gran admiración por ella y por mi otra abuela (mis abuelas fueron re importantes), pero ella me decía una frase que era así: "tanto como dure tu entusiasmo, durará tu juventud". Y es verdad. Yo soy una persona entusiasta", aseguró Andrea.
"Sí, un espíritu muy joven", asintió Correa. Y agregó: "Y hay una cosa también, y parece me incluyo, que nos mantiene joven y es que nos divertimos mucho. Es súper importante para mí, porque yo fui testigo de toda una transición tuya. Yo te conocí como modelo, después pasaste a ser conductora, ahora sos actriz y hay algo, que a mí me parece que es muy increíble y es que vos seguís siendo siemore la misma persona".
"¿Cómo es que el medio nunca te fue cambiando?", le preguntó Correa. "Yo creo que siempre fui actriz y que no me lo permitía a mí misma porque soy hija de una maestra y un ingeniero. En mi casa no había artistas. Sí, mi mamá era profesora de piano, pero digamos de las puertas para dentro de la casa, tocaba el piano no se enteraba nada más que los vecinos... Entonces, ya el rubro modelo pegó raro porque yo estudiaba biología. iba a la facultad, yo soy la mayor de cuatro hermanas y siempre es como que hay que ir a la facultad, hay que recibirse, mis hermanas cumplieron el mandato y yo dejé la facultad porque lo tuve a Tommy, y después tenía que laburar y empecé a trabajar como modelo... Después, la tele y todo eso, pero yo en mi fuero más íntimo yo siempre sentí que era una actriz de hecho. Yo jugaba sola muchos años hasta que nació mi hermana Paula, yo estuve sola en mi cuarto y jugaba sola jugaba a un programa que se llamaba "buenas tardes, mucho gusto", jugaba con las cacerolas, ponía música y bailaba, sentía que era Blancanieves y todo eso, adentro mío, fue como cocinándose a fuego lento", comentó Andrea.
"En el mundo de la moda sentí que también era una forma de actuar y como oficio mudo, y después la televisión, me di cuenta que yo actuaba de conductora... Es como que el talento de cada uno termina ocupando su lugar natural y termina expresándose. Yo siempre entré por la puerta de atrás, porque yo fui probando y eligiendo el camino", reveló Andrea.
"Nunca te lo conté: cuando era adolescente, mi programa favorito era "Moviendo las cabezas" con Giordano, ese micro de cinco minutos en el que vos estabas abonada, con un mechón hacia acá", comentó Correa. "Después empecé a viajar con Giordano a la Torre Eiffel, a lo de Maradona, en Napolés... Con la familia a pleno en la Testarossa, las chicas de Diego y Claudia eran chiquitas...", acotó ella.
Entonces Correa hizo la confesión menos esperada: "Yo veía ese programa y estaba como enamorado de Andrea Frigerio. Me acuerdo que en esa época mi hermana más chica y yo (nunca estudié maquillaje, pero aprendí a maquillar porque jugaba a las muñecas con mi hermana, la maquillaba, la peinaba, le cortaba el pelo, la teñía, le hacía de todo) y era la época que íbamos a las fiestas de 15. Nosotros vivíamos en Floresta y en ese momento estaba de moda ir a comprar ropa por Santa Fe y Callao, nos tomabamos el 106... Me acuerdo patente de esta tarde: habíamos ido a buscar algo para ella a un local que se llamaba Alma, que quedaba en Juncal y Montevideo, un local chiquitito y estábamos en la vidriera, y de golpe se abre el probador y sale Andrea Frigerio... Me acuerdo hasta el vestido, era verde como de lycra, todo apretado. Yo me quedé helado, no pude ni entrar..."
"Y ahora somos amigos... ¿Nadie te enseñó a maquillar?", sumó Andrea. "El primer curso de maquillaje que hice fue en la pandemia y de maquillaje artístico. Era otra época, se maquillaban ustedes, no había maquilladoras... Nunca estudié, lo que sí empecé a trabajar con Victoria Durán que en ese momento, en los 90, era una maquilladora muy conocida que trabajaba un montón... Mi primer trabajo fue en Para Ti. Y aprendí trabajando, pero sí, tampoco había escuelas de maquillaje por más que yo hubiera querido estudiar, salvo el Colón pero era maquillaje artístico", contó Sebastián.
"Vos de a poquito te fuiste como metiendo en el mundo de la moda y todo eso. De golpe te convertiste en el maquillador estrella todo el mundo. Yo me quería maquillar con vos, me acuerdo porque así como vos me contaste esto a mí me pasaba del otro lado. ¿Cómo te llevás con esa parte?", planteó ella. "La verdad es que yo nunca lo creí demasiado. Vos lo sabés: yo trabajo porque me gusta, amo lo que hago, me divierto, trato de dar lo mejor a mí. Nunca me interesó mucho ese lugar... En algún momento me confundí pero me di cuenta que no tenía nada que ver con mi profesión, ni con mi talento, ni con nada y que las cosas iban por otro lado... Hoy creo que estoy muy enfocado a la escuela... Me gusta mucho no sólo enseñar sino también pensar estrategias para poder devolver un poco todo lo que lo que este mundo me dio, todo lo que aprendí, formar gente. Me da mucho orgullo hoy que un montón de maquilladores muy conocidos fueron algunos míos. Estoy dejando una huella interesante", aseguró él.
"¿Alguna vez te enojaste conmigo y no me lo dijiste?", la encaró él a ella. "Tengo muy mala memoria, pero que yo me acuerde, no... Por ahí celos pude haber tenido, por ejemplo, si te veía que maquillabas a otras, esas cosas", respondió Andrea. "No me acuerdo pero fuiste la única con la que me peleé profesionalmente", le reprochó él. "¿Por qué? ¿Nos reconciliamos?¿Qué pasó?", quiso saber Andrea.
"Estábamos en mi estudio. Yo estaba terminando de maquillar a Ale Radano y vos en un momento te pusiste como impaciente, viniste y me dijiste "me empiezo a maquillar yo". Y me agarró un ataque y dije "en mi estudio te maquillo yo, así que te vas de acá. Agarraste las cosas y te fuiste. Yo cerré la puerta tan fuerte que la arranqué del marco", contó él. Y Andrea insistió: "¿Y cómo nos reconciliamos?". Sebastián respondió: "A las dos horas me llamaste. Me dijiste, "me parece que tenemos que tomar un café y hablar". Nunca tomamos el café y nunca pasó nada más... Al otro día fue como si nunca hubiera pasado nada y acá estamos".
Luego, Sebastián siguió diciendo: "Te voy a contar una anécdota: yo estaba en Los Ángeles, en Melrose... En los 90 estaba muy de moda, había dos locales vintage y a mí me encantaba uno. Estaba con una amiga probándome una campera de cuero -en ese momento usaba cuero, hoy ya no- y de golpe había otra gente en el local. Alguien se para acá al lado mío, yo me estaba mirando en el espejo... Viene un muchacho morocho, como muy lookeado, y me dice:" cool jacket, man"... Mi amiga estaba pálida, a punto de desmayarse. Resulta que el muchacho era Lenny Kravitz. Obviamente, me compré la campera. La tengo todavía guardada pero ya no la uso".
"¿En qué momento te transformaste en vegano?", quiso saber Andrea. "No es para comer, es una postura ética que asumí en el año 2020. Yo vivo con tres perros que son mi familia y dije "¿cómo puedo hacer sufrir a otro animal, cómo me voy a comer a un animal?"... Y a partir de ahí dejé comer y a entender un montón de cosas que tienen que ver también con el planeta, con la salud, con la distribución de la riqueza y un montón de cosas. Es muy necesario que en la moda también haya economía circular. Me parece que hoy es sumamente necesaria en el mundo en el que vivimos", respondió Sebastián.
"Yo tengo que aceptar esto... Soy una persona de otra generación, literal, porque no soy vegana y la tendencia hacia la moda circular no me ha afectado... Digamos que lo que no uso más, lo regalos, sí. Pero me cuesta mucho porque tengo buenas cosas y digo "en algún momento las voy a volver a usar", y lo hago... Este saco creo que tiene 10 años...", contó Andrea.
"Yo guardo mucho y vuelvo a usar, sí. Y me gusta comprar segunda mano y en outlets... Ahora me compré, por ejemplo, una campera que está hecha de paraguas reciclados... Es darle otra oportunidad a algo que ya existe... Es divina", aseguró Sebastián Correa.
"Cada vez que nos vemos tenemos charlas de 4 horas así, como ésta", comentó él. Y la picó: "Me acuerdo que cuando maquillé a Nacha (Guevara) para la tapa te enojaste conmigo...". Andrea quiso aclarar: "No fue así... No me enojé con vos, tenías que estar a una hora para maquillarme y ella te hizo esto de demorarte... Bueno, querido, gracias, un placer verte... Te regalo esto que son las preguntas sobre la moda circular", cambió de tema Andrea dando por terminada la charla. "Te quiero", le expresó dándole un abrazo. "Yo también", le respondió Sebastián.
Para la producción de Para Ti Fashion Talks contamos con la colaboración de Openbank. El banco 100% digital abrió las puertas de Openhouse, su espacio innovador y versátil que presenta un nuevo concepto de atención al cliente más moderno, cercano y disruptivo. Situado en el corazón de Palermo Hollywood, es también escenario de charlas, cursos gratuitos y experiencias sobre finanzas, arte, tecnología y sustentabilidad, abiertas a la comunidad.
Fotos: Chris Beliera
Agradecemos a Abugar por ser parte de esta temporada de Para Ti Fashion Talks con los sofás individuales Chesterfield.
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