Las fundas para sillones resultan una buena idea si querés hacer una restauración exprés o un refresh a este mueble clave del living. Consejos sobre cómo hacerlo.
Si tu sillón ya tiene varios años y se puso feo, si las mascotas y los chicos hicieron su parte, o el mueble en cuestión ya pasó por los mil y un eventos sociales en tu depto... ¡No desesperes! Hay una solución súper efectiva y económica para renovarlo.
Las fundas son ideales para proteger y conservar los sillones, pero también hoy pueden cambiarle el look a tu amado sillón, sin necesidad de retapizarlo.
Retapizar o renovar un sillón no es algo económico. Por eso las fundas pueden cumplir esa función perfectamente. Son prácticas y fáciles de lavar, y se pueden elegir de varios colores y estampados.
Lo ideal es hacer una funda a medida hecha por un tapicero, así te asegurás que el sillón quede impecable.
Pero en el mercado también se venden fundas universales adaptables a la medida de diferentes medidas de sillones. Y con la ayuda de almohadones podés vestir y disimular muy bien todo el excedente que te quede.
Cuando vas a comprar una funda tené en cuenta que el género sea resistente y que tenga en su composición un alto porcentaje de poliester para que al lavaerlas no encojan,
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