Gloria Carrá (47) y Julieta Díaz (40) charlan sin parar mientras las maquillan y peinan y luego debaten sobre la música que escucharán durante la producción de fotos. Al verlas interactuar cualquiera diría que son de esas amigas de la infancia que se conocen a la perfección, pero no es así: “Nos encontramos por primera vez hace dos años, en el 2016, cuando nos convocaron para trabajar en Silencios de familia y pegamos onda de inmediato”, explica Gloria, y Julieta suelta una frase que deja a su amiga perpleja: “Voy a aprovechar esta nota para confesar algo: yo tenía un poco de miedo de trabajar con Gloria”. “¡Ay, Julieta, ¿cómo miedo?!, ¿por qué decís eso?”, pregunta Gloria entre risas.
-Aclaremos esto, por favor, es una nota del Día del amigo y empiezo a temer que termine mal…
Julieta: ¡Déjenme explicarles! A mí me generaba una gran ilusión trabajar con Gloria porque la consideraba una bestia de actriz, una mina muy fuerte, la admiraba desde siempre pero, cuando me enteré que seríamos hermanas en el programa, me pregunté: ¿cómo será su personalidad? ¿Será una mina muy brava?
-¿Y? ¿Es muy brava?
J: ¡Gloria es un dulce de leche! ¡La persona más amorosa del mundo entero! Ojo, tiene mucho carácter, es súper fuerte –tal como yo imaginaba–, pero también generosa y una excelente compañera.
-Y vos, Gloria, ¿no sentías cierto temor de trabajar con la esposa oficial de Adrián Suar en la ficción?
-(N. de la R.: Julieta fue la mujer de Suar en las películas El fútbol y yo, Dos más dos y en la miniserie Silencios de familia. Gloria: ¿Sabés que no lo pensé así? ¡Pero tenés razón! Juli, reclamá la mitad de Pol-ka yaaaaaaaaa (Se ríe). Hablando en serio: para mí Julieta fue una sorpresa enorme. Porque, sinceramente, una no llega a un programa esperando encontrar a una amiga. Una va a grabar con la esperanza de que haya un lindo clima en el elenco y todo fluya en armonía y punto.
-Pero no fue sólo eso, terminaron siendo amigas de verdad, ¿no?
J: Sí, exacto, fue así. Gloria compartía camarín con Flor (Bertotti, 35) y muchas veces llegaba con su guitarra porque venía de ensayar con su banda y se ponía a tocar y Flor y yo cantábamos con ella. ¿Te acordás que inventábamos canciones?
G: Sí, ¡nos divertíamos mucho en esas previas que hacíamos mientras nos maquillaban y peinaban! Cuando terminó el programa la invité a Juli a un par de recitales de Coronados de Gloria para cantar conmigo y bueno, ahora surgió la posibilidad de compartir un espectáculo infantil y estamos súper felices.
-¿Es un espectáculo musical?
G: Sí, se llama Coronados de Gloria y Julieta Díaz y vamos a estar el 25 de julio en la Usina del arte y el 26 en el Teatro Helios. El proyecto surgió hace cuatro meses cuando me me contactaron desde Acercarte, un programa del Gobierno de la Ciudad, para hacer un espectáculo para chicos en vacaciones de invierno y pensé de inmediato en Juli porque ella ama cantar. J: A mí me encantó la propuesta, pero no te voy a mentir: un poco me asusté. La verdad es que Gloria hace cinco años canta con su banda y lo hace maravillosamente bien y yo la única experiencia que tenía era una comedia musical que protagonicé con el Puma Goity en 2013: Los locos Adams.
-¿Angela suele ir a ver tus shows?
G: Sí, le gusta venir y yo le pido que suba al escenario a cantar conmigo. Amo compartir ese momento con ella. A los 14 años, Adrián (Suar), que trabajaba con ella en Solamente vos, le regaló un parlante y un micrófono y ese fue el principio del fin: nunca más dejo de cantar, ¡nos enloqueció a todos! Eran las 2 AM y ella seguía en su habitación, un tema tras otro y yo a los gritos: “Angelaaaaaaa, ¡queremos dormir! ¡Mañana tenés clases! ¡Apagá todo!”
J: Es lindo ver a tu hija crecer, desarrollarse en libertad, ser fiel así misma. Yo la escucho a Gloria hablar de los logros de Angela y muero de amor.
-¿Son de recomendarse películas o series?
J: Bueno, ahora Gloria está en un momento muy especial: vive por y para la serie de Luis Miguel ¡Y yo todavía no arraqué a verla! G: Momento, yo necesito explicar esto: Luis Miguel fue mi primer amor. ¡Pero de verdad lo digo! Vino a Canal 13 cuando yo trabajaba en Señorita maestra, lo crucé, lo vi y fue un flechazo instantáneo: ¡me enamoré locamente de él!
-¿Y qué sentís ahora cuando lo ves así, un poco deteriorado físicamente?
J: ¡¿Perdón?! Gloria, yo no voy a permitir que ella diga esto. Nuestro lema con Luis Miguel es: “Gordo y naranja te queremos igual”. G: Juli, no sé si hacemos bien en decir esto en una nota. ¿Mirá si la lee y se deprime? (ambas sueltan una carcajada). J: Es que, te explico para que se entienda bien, con Luismi nos pasa algo rarísimo: por un lado sentimos una pasión arrolladora por él y, por otro, queremos hacerle un tecito con miel y jengibre para que cuide esa voz hermosa que tiene mientras lo arropamos y llenamos de besos.
-El blanqueado de dientes, ese bronceado eterno… ¿no les molesta?
J: ¡Lo queremos igual! ¡Somos incondicionales! A ver, no te voy a mentir, yo le diría: “aflojá con el sol, paremos con el entretejido y la tintura…”. G: Tenía esas paletitas hermosas, separadas, y se hizo ese comedor entero que brilla como si tuviera luces de neón, ¡rarísimo! Pero lo bancamos. Como verás, en nuestra amistad el amor por Luis Miguel es un pilar fundamental, no intentes venir a derribarlo.
Textos: Juliana Ferrini Producción: Marité Rizzo Fotos: Christian Bebiera