El domingo 19 de noviembre, el día en el que Grace Kelly hubiera cumplido 88 años, sus hijos, Alberto II de Mónaco, Carolina y Estefanía, le rindieron un homenaje en el Teatro Princesa Grace de Mónaco. Hacía mucho que no se los veía juntos, y hasta corrió el rumor de que estaban distanciados porque las princesas no se llevan bien con Charlene, la mujer de Alberto. Pero esa es otra historia... El acto, que incluyó la proyección del film Angustia de vivir, revivió los tiempos de Grace Kelly como estrella de Hollywood y sus años dorados junto al príncipe Raniero Grimaldi.
Y en este singular encuentro monegasco lo que más llamó la atención fue la presencia de una de las nietas de la actriz, Camille Gottlieb, hija de Estefanía con su guardaespaldas, Jean Raymond Gottlieb. Un affaire que no duró mucho y que fue menos considerado que su antecesor en el corazón de la princesa rebelde, Daniel Ducruet, también su guardaespaldas, con quien se casó y tuvo dos hijos (Louis Robert y Pauline). Así, el nacimiento de Camille Rose Gottlieb en 1998 no resonó tanto. Estefanía había vuelto a enamorarse de otro de sus guardaespaldas y para ese entonces Raniero casi se había resignado a los escándalos de su hija menor.
LA HIJA MENOR. Los tres hijos de Estefanía fueron los que crecieron más alejados de la escena pública. Muy unidos, poco se supo de ellos hasta que comenzaron a mostrarse por decisión propia. Oficialmente Camille es la más “tapada” del clan familiar y asistió a muchos menos actos que sus primos o sus hermanos mayores. Ella es consciente de su vida "a la sombra" del palacio, y se ríe de ello. Hace poco se la vio con una remera con la leyenda “Soy famosa, pero nadie lo sabe”.
Camille no tiene título nobiliario y tampoco está reconocida en la línea sucesoria al trono monegasco ya que sus padres no pasaron por el registro civil. Sin embargo, hay algo en ella que despierta el interés en quienes están buscando a la sucesora del espíritu de Grace Kelly. Vigilan los pasos de Camille de cerca, dicen que repite ciertos pasos de la mítica princesa antes de su llegada a la casa real, cuando todavía era conocida como actriz norteamericana, y hasta destacan el parecido físico.
“Soy indisciplinada. Tengo un carácter muy enérgico y me pongo nerviosa fácilmente por poca cosa. Pauline, en cambio, es discreta, más tranquila", describió Camille en una de las pocas ocasiones en las que habló en una entrevista que dio junto a su madre y su hermana. Acaba de cumplir 19 años y, al igual que sus hermanos, siente pasión por el circo (es habitué en el Festival Internacional de Circo de Montecarlo) y ama la fotografía (estudió en el centro de prensa de Mónaco).
NACE UNA ESTRELLA. Por ahora, sus fotos se ven y lucen a través de las redes sociales, y su modelo favorita es ¡ella misma! En Europa se habla del cambio del “patito feo” del principado de Mónaco. Señalan que en sus últimas fotos se la ve más delgada, y sin sus anteojos de aumento más un cambio de tonalidad en el cabello, más rubio, juega con un evidente parecido a su célebre abuela. Lo potencian los mismos ojos azules y los pómulos destacados que despertaron sospechas de que hubieran sido retocados para las fotos. Pero la misma a Camille respondió negándolo vehementemente. Así, su foto con un cigarrillo en boca fue toda una sensación, y además de revelar que comparte ese mal hábito de su madre y por el que también Grace era conocida, lo que más llamó la atención fue su look más atrevido y sexy.
Como una auténtica millennial, casi todo lo que pasa en la vida de Camille Gottlieb, pasa en su cuenta en Instagram, desde la que reveló su relación con el modelo Thomas Martin y, anteriormente, sugirió otra con el futbolista estrella del Paris Saint Germain, Kylian Mbappé. Al igual que a su abuela Grace y, especialmente, su madre Estefanía, le importa muy poco el qué dirán, y recientemente habló por ella y por su hermana mayor, Pauline (22). “Sólo puedo decir que tenemos 18 y 22 años y que hacemos lo que queremos. ¡Somos jóvenes! No publicamos fotos en Instagram para que les gusten. ¿Esperan que me crea que a los 18 y 22 años ustedes no salían a divertirse con sus amigos? ¿No se sacaban fotos en bikini al lado de una piscina? ¿No fumaron nunca un cigarrillo en toda su vida?”. Seguramente, su abuela estaría orgullosa de estas francas palabras.
textos PAULA IKEDA ([email protected]) fotos FOTONOTICIAS/ A. ATLÁNTIDA
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