A través de los complementos hacemos propio cualquier look, la idea fue llevada a la máxima expresión cuando irrumpieron los accesorios personalizados, y los adoptamos sin dudarlo. La pionera (¿quién, si no?) Carrie Bradshaw, el personaje de Sex and the city, que usaba un colgante con su nombre impreso. Tiempo después, lo "personalizado" tenía que ver con cómo usábamos lo que ya teníamos. Entonces, empezamos a mezclar los aros y a usarlos sin seguir ningún patrón: una argolla se combinaba con un aro pasante. Y esa fue otra tendencia muy bien recibida.
Hoy se imponen las joyas con motivos del zodíaco: colgantes, dijes, aros o anillos. No importa cómo, la cuestión es llevar tu signo como accesorio. La idea es usar algo significativo, que nos identifique desde algún lugar, y que exprese para los demás cómo somos. Abrazamos la sensación de sentirnos únicas, aunque adoptemos una moda. Y nada más único que nuestra fecha de nacimiento.
Los doce signos del zodíaco configuran nuestra forma de ser. Bajo cada uno de ellos, nos perfilamos con ciertos patrones de personalidad, asociados a la hora, el día, el mes y el año en el que nacemos. Por eso, si sos una canceriana sensible, una libriana amable o una leonina independiente, lo podés reflejar con una pieza de joyería.
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