No siempre un espacio chico implica limitaciones. En el caso de los baños, las posibilidades tanto para aprovechar cada centímetro como para resolver su decoración, son muchas y muy variadas.
Pero hay que admitirlo: un baño mínimo es todo un desafío. Y es que el espacio chico, muchas veces estrecho e incómodo, obliga a agudizar el ingenio (y los recursos) para sumar los elementos básicos (inodoro, bacha, bidet, etc.) sin que éstos se choquen entre sí o resulten poco funcionales al momento de utilizarlos.
Pero no todo está perdido y, la buena noticia, es que existen algunas ideas y recursos que van a ayudarte a convertirlo en un espacio estético y funcional. Acá te contamos cuáles son.
Colores claros como base
Por regla general, los colores claros son los mejores aliados para espacios mínimos. Blanco roto, beige, crema, gris suave y algunos de la gama de los pastel quedan divinos y son excelentes para ampliar visualmente el ambiente y hacer que parezca más luminoso. Podés sumarlos en paredes, pisos, techos, aberturas y mobiliario.
Pero esto no quiere decir que tengas que dejar de lado los colores más vibrantes. Podés sumar toques de color en una sola pared o más bien a través de diferentes detalles decorativos como canastos, toallas, floreros, cuadros, etc.
La clave va a estar en buscar el equilibrio justo para no sobrecargar visualmente el espacio.
Sanitarios suspendidos
Si tu baño es chico y estás en plan de renovar los sanitarios, nada mejor que ir por las opciones suspendidas que ofrece el mercado actual. Y es que al dejar el suelo despejado, aportan una sensación de mayor espacialidad, ligereza visual y son súper modernos y sofisticados.
Estantes flotantes
Si de baños mínimos hablamos, no puede faltar algún que otro estante flotante. Y es que además de ser estéticos y livianos a la vista, son prácticos, funcionales, económicos y se los puede ubicar fácilmente en cualquier rincón, optimizando al máximo el espacio disponible.
Si bien se los puede elegir con ménsulas a la vista, también se puede ir por la opción 100% flotante con su soporte escondido para una mayor ligereza visual.
Y en lo que respecta a diseños, hay para todos los gustos y bolsillos: desde madera natural o laqueada hasta melamina y mármol.
Sobre los estantes flotantes, muchos colocan canastos de diferentes materiales (como fibras naturales o hierro) para sumar un espacio de guardado extra y así contribuir al orden y la funcionalidad del espacio.
Mamparas de vidrio en vez de cortinas
En la mayoría de los baños modernos las mamparas se caracterizan por ser completamente vidriadas sin mucho detalle. Si bien quedan muy estéticas, algunas personas optan por añadirle algunos detalles en color negro en los bordes para un plus de elegancia.
Y lo mejor de todo, es que no evitan el paso de la luz natural contribuyendo a que el espacio sea más ligero y amplio visualmente.
Espejos XL
No hay nada como un buen espejo para agrandar visualmente cualquier espacio y multiplicar la luz natural y artificial. Así sea redondo, rectangular, cuadrado, con o sin marco, elegir uno de tamaño grande para baños pequeños es fundamental.
Pileta y griferías cómodas y funcionales
El espacio para lavarse las manos tiene que tener, como mínimo, 40 cm de ancho para que resulte cómodo y funcional. Por eso en baños pequeños, lo ideal es apostar por griferías de pared o monocomando para ganar espacio libre en la mesada.
Además, ganan terreno esta temporada y se consagran como una de las tendencias más fuertes (y parece que va para largo).
Revestimientos sin juntas o en formato XL
Cuanto más grandes sean los azulejos o porcelanatos más amplio se verá el baño ya que se minimizan las juntas brindando una sensación de continuidad al espacio.
Aplica tanto para pisos como para paredes y además, están muy de moda. El microcemento es un gran aliado para lograr este efecto visual.