Volumen, plumas y más plumas invadieron Givenchy Haute-Couture. En Paris Fashion Week, la maison presentó una colección moderna pero con la majestuosidad que la alta costura nos tiene acostumbradas.
En Paris Fashion Week Clare Waight Keller demostró que mantiene su respeto por la casa Dior intacto. La directora creativa apostó por una colección de alta costura que se mantuvo a la atura de la maison y donde además, hizo notar su toque.
La designer británica mostró en París una pasarela más bien teatral para la que se inspiró en elementos dignos de un palacio. Esa fue la impronta que decidió darle a sus modelos.
Así fue como Givenchy Alta Costura 2019/20 tuvo su vuelo. Con un pasado a full con el prêt-à-porter, esta vez Waight Keller le dio rienda suelta a la fantasía. la sucesora de Ricardo Tisci se dio el permiso para ser extravagante y se despachó con lo que mejor sabe hacer. No en la ambientación ni en las celebrities (que las hubo) en front row: Clare prefirió dejar todo sobre la pasarela.
¿En qué se inspiró? En los palacios con sus pisos blancos y negros, también en los mármoles con su off white así como en texturas como la tafeta, en un guiño a sus elaboradas cortinas. Entre sus diseños se dejaron ver importantes lazos, chandeliers entre los accesorios, brillos y también volados.
¿La sensación? Las plumas… ¡por todas partes! Plumas en los tocados, plumas en los peinados. Con ellas todo fue movimiento y mucha acción. “Pájaros atrapados dentro de una casa”, dijo la directora creativa a la hora de describir sus majestuosos atuendos dignos de una fiesta palaciega.
Así fue como, cuando en París parecía que la magia de la alta costura decaía, Givenchy se despachó con una seguidilla de modelos de ensueño. Hubo mucho de donde elegir. ¿El hit? Sin dudarlo, fue el atuendo que desfiló Kaia Gerber. La modelo se transformó en una sofisticada ave que se robó las miradas.
Se destacaron las siluetas, el juego de volúmenes y se vieron capas y hombros marcados entre bellísimos vestidos. También hubo espacio para la plata: brillo y más brillo en sus atuendos haute-couture. Se trató de una secuencia fuera de serie acorde a un desfile de una alta costura que se renueva en París.