La escritora, actriz y estilista lleva hace más de una década un emprendimiento de ropa usada en excelente estado y con mucha calidad.
Hace 10 años cuando a la moda no se le exigía que reduzca su huella de carbono, Jazmín Rodríguez ya lo hacía. Estilista, modelo y actriz suma a sus roles el de emprendedora de la moda con Bimba Vintage que ya tiene más de una década.
"Me gustaba la moda europea y cuando quería acceder a ella me resultaba imposible. Hace doce años, cuando empecé a recorrer ferias americanas el tema vintage no se usaba mucho. Empecé a encontrar cosas que se asemejaban a lo que lanzaban Prada, Versace o Missoni entre otros. Fue ahí cuando empecé a comprar y ¡seguí comprando!. Asi fue que tomé la decisión de empezar a vender. Mi hobby es buscar la ropa, mi trabajo es venderla", cuenta Jazmín.
Hoy su clienta más exigente es su hija Teodora. "Me da más trabajo vestirla que a una celebrity y debo admitir que es una gran estilista", dice. Lo cierto es que cuando uno compra en Bimba Vintage además se lleva el asesoramiento personal de Jazmín.
"Me gusta que cualquiera que venga se pueda comprar algo lindo e implícitamente está mi asesoramiento. O sea, compras prendas elegidas por un estilista. Considero que ese es mi plus. Y como dije antes, al vender por internet exige el lazo de confianza con un consumidor que vive en otra provincia y se tiene que sentir satisfecho con su compra"; aclara la dueña de Bimba Vintage.
-¿Esta de moda lo vintage?
-El mercado de la ropa usada creció mucho. Está lo vintage, que es aquello que tiene màs de treinta años, está en buenas condiciones y en general se guardó porque es buena la tela, la moldería o el diseño. Cuando son marcas internacionales, se considera vintage cuando tiene más de tres años. Ahora hay otra categoría que es "preloved". Así se definen las prendas que se compraron pero no se usaron o se usaron muy poco. Eso sí, todo lo que vendo esta impecable.
-¿Qué te atrae de lo vintage?
-El vintage que a mi me gusta es el que no se nota que es antiguo. Selecciono lo que se ve moderno. Hoy gracias a Instagram principalmente la gente tiene mucha información sobre la moda y amplio bastante su gusto. Es mas libre para elegir lo que le gusta y también se forma mas como consumidor.
-¿Te cuesta desprenderte de la ropa que compras?
-Siempre me preguntan si no me dan ganas de quedarme con todo, pero la verdad que lo que me da satisfacción es la sensación de rescatar una prenda de un lugar perdido y ponerlo nuevamente en el mercado de la moda. Hago muchas producciones y es hermoso ver esas prendas revividas.
-¿Qué fue lo último que te compraste?
La última prenda que me compre es una remera Versace con unas transparencias que ¡no vendo ni loca!. Reconozco cuando algo dice: "Jazmín" y me lo quedo. En mi guardarropas no tengo nada que no tenga que ver con mi estilo. De hecho tengo poca ropa. En casa de herrero... Igual tengo toda la del local (risas).
-¿En tu vida personal solo usas Vintage?
-El 80 % de la ropa que uso es usada. Yo compro en precio, siempre cuando encuentro una oportunidad, vestirse bien no es necesariamente caro. Y esto da paso a otro tema que es el consumo responsable y la corriente mundial a usar lo que todavía sirve, es divino y esta en buen estado. Antes la gente se sentía avergonzada de comprar usado, era como de pobres, hoy la cabeza de la gente se abrió y compran inteligentemente.
-¿De que manera compran inteligentemente?
-En mi tienda un saco Armani vale menos que cualquier saco en un shopping. Yo soy una persona sencilla, no me interesa la moda desde un lugar snob, sino desde un lugar creativo. Me gusta que la gente que me compre se sienta feliz, se sienta pensada, que valore lo que gasta, sea mucho o poco.
-¿Qué es lo más importante en una prenda?
-Que nos quede bien. Para eso la moldería es importantísima. Si algo deforma, nos vamos a ver mal. La prenda se tiene que adecuar a nuestro tipo de cuerpo. Después la calidad. Personalmente una de las cosas que mas me deprime es usar cosas berretas, que no tiene nada que ver con el precio de la prenda o donde la compraste. Hay veces que grandes tiendas venden cosas carísimas y de pésima calidad.
-Por último ¿Cómo surgió el nombre Bimpa Vintage?
-Fue arbitrariamente. Queria un nombre italiano, me gustan las películas clásicas italianas y me inspiro mucho en esto para mi selección de ropa y accesorios. Trato de que sea cinematográfica. Para mi la moda es algo lúdico, de ensueño, me lleva a la ficción. Al unir todo todo sale BIMBA vintage.
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-¿Seguis trabajando como actriz?
-Sí y además escribo. Para cerrar el año, en diciembre voy a estar haciendo una obra en micro teatro que escribí, actúo y dirige mi amiga Carla Peterson, que además usa ropa de Bimpa Vintage y dio lugar a esta nota.