Innovó la industria textil utilizando sachets de leche y envoltorio de galletitas. Así, con residuos, esta genial diseñadora descubrió la manera de crear moda sustentable.
La diseñadora de indumentaria Jessica Pullo es una de esas personas que nos hace pensar que su hubiera más como ellas, el mundo sería un lugar mejor. Es una de esas personas que pasan a la acción, que se apropian del discurso para transformarlo en un modo de vida, en un lindo impacto en la sociedad.
La moda sustentable para Jessica se trata de ser fiel a sus creencias y valores. Es por eso que creo Biótico, un proyecto de diseño de carteras y prendas a partir de residuos.
Mini bio de Jessica Pullo
Nació en La Salada, donde se encuentra una de las ferias textiles que mayor polémica generan. Creció viendo como las textiles y curtiembres contaminan a diario las aguas del Riachuelo y sintió la necesidad de hacer algo. Y lo hizo. "Durante toda mi vida cuando iba al colegio y luego a la universidad, veía por la ventana del colectivo miles de residuos textiles y marroquinería arrojados en la rivera del Riachuelo, que eran prendidos fuego", dice Jessica.
"Tuve la necesidad de hacer algo positivo que alentara a crear una sociedad más solidaria con las personas que lo necesitan y el ambiente", recuerda. Jessica transformó su necesidad en algo muy concreto.
Es la primera universitaria de su familia y después de terminar sus estudios en Diseño de Indumentaria en FADU comenzó a capacitarse en sustentabilidad y transparencia en el sector textil. "Ahí puede tomar conciencia del el impacto negativo que tenía la industria de la moda". cuenta Jessica.
"Todo ese abandono y contaminación que vi en mi barrio me hizo pensar que deberían tener otro destino que no sea la incineración, entendiendo que son materiales y no basura", recuerda.
Su determinación la llevó a crear un proyecto de moda sustentable y que además contemplara la inclusión de sectores vulnerables. Así nació en 2014 Biótico una empresa que hace moda con sachets de leche y paquetes de galletitas y emplea a su gente a través de la Asociación Laboral para Adultos con Discapacidad Intelectual (ALPAD)
El medioambiente, su principal preocupación
-¿Siempre te preocupó el cuidado del medioambiente?
-Desde siempre tengo el sentido de la justicia muy desarrollado y fue ahí cuando descubrí que soy una persona activista; mirar para un costado no era una opción para mí. El cuidado del ambiente es tan amplio y necesario que, si cada uno pone su granito de arena, podemos lograrlo.
-Además de desarrollar Biótico, ¿qué otras cosas haces por el cuidado del medioambiente?
-Trato de tener un estilo de vida sostenible: soy vegana, composto los residuos orgánicos, trato de consumir la menor cantidad de plástico, evitó el uso de las bolsas de plástico y siempre que es posible, opto por los alimentos en vidrio. Los residuos plásticos que no consigo evitar los separó. Mis compras cotidianas las realizó en ferias de consumo responsable y online utilizo el mercado de consumo responsable Mercado Ético. En cuanto a la moda, compro prendas de emprendimientos éticos y amo el vintage.
- ¿Cómo puede un consumidor ser responsable a la hora de comprar moda?
-Actualmente hay muchos emprendimientos que se están dedicando a la moda sostenible en Argentina; también podemos consumir vintage o second hand, pero sobre todo evitar el Fast Fashion.
-¿Hay algo que indique que una prenda o accesorio están hechos teniendo en cuenta el cuidado del medio ambiente?
-En Argentina no hay certificaciones especificas de moda sostenible. Lo más importante es que hablemos con las marcas y les preguntemos “¿Quién hizo mi ropa?”.
-¿De qué manera se hacen con los materiales para confeccionar los productos?
-Hacemos campañas de recolección de sachets de leche por las redes sociales y tenemos dos puntos de entrega en Capital Federal, donde las vecinas limpian y entregan sus residuos. También nos apoya la escuela España en Barrio Saavedra, donde la docente María Moore realiza una campaña de concientización y recolección junto a sus alumnos.
-¿Y una vez que ya los recolectaron?
-Trabajamos en colaboración con la Asociación Laboral para Adultos con Discapacidad Intelectual (ALPAD), donde los integrantes limpian, cortan y ensamblan los residuos para realizar los textiles artesanalmente. El tercer paso es recibir el textil para luego ensamblar artesanalmente las carteras con los diseños que creamos en Biótico.
- ¿La gente tiene algún prejuicio a la hora de comprar moda con productos reciclados?
-En Argentina hay muchísimo prejuicio; pienso que puede ser una consecuencia de la desvalorización que algunas personas ejercen sobre los productos artesanales. No hay nada más hermoso que comprar un producto pensado para proteger al ambiente, hecho con amor y dedicación, donde se conozca su historia. Es una cuestión de tiempo, que la información llegue y las personas comiencen a concientizarse, descubran el valor y los beneficios de los productos sostenibles.
La inclusión de los sectores vulnerables
-¿Para vos siempre fueron de la mano la consciencia ambiental y la inclusión de sectores vulnerables en tu modelo de negocios?
-Sí, desde el comienzo del emprendimiento se tuvo en cuenta ambos aspectos; no concibo un producto sostenible que no incluya a los sectores vulnerables, son una parte fundamental para la transformación positiva de la sociedad. No podemos olvidarnos de los que más nos necesitan.
-¿Que tiene de positivo trabajar con sectores vulnerables?
-Hay una historia muy linda que siempre recuerdo, cuando empecé a capacitar a los integrantes de ALPAD; había una mujer que es muy proactiva y entusiasta, que me decía que ella no podía cortar con tijera. Creí en ella y la estimulé para que se anime y empiece a cortar. Hoy, ella se dedica a abrir los sachets y paquetes de galletitas usando la tijera. Esa historia me llena de alegría porque se motivó con la tarea del reciclado y logró cruzar una barrera. Eso hacemos en Biótico.
-¿Cómo es el día a día con ALDAP?
-Desde hace más de 3 años trabajamos con ALDAP. Ellos procesan los sachets de leche, los paquetes de galletitas/snacks y los convierten en los hermosos textiles artesanales que uso para mis carteras. Todo empezó con un proceso de capacitación que nos llevo 2 años, pero es el día de hoy que estoy muy orgullosa de su trabajo y feliz de nuestro vínculo
El futuro de la moda
¿Cómo te imaginas el futuro de la moda?
-Se están haciendo grandes cambios en pos de la moda sostenible, falta muchísimo y, sobre todo, no generar confusión de lo que es sostenible y lo que parece sostenible pero no lo es: ese es un problema de formación e información. También pienso que falta apoyo desde las instituciones de gobierno para impulsar proyectos de moda sostenible en nuestro país.
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-¿Y los consumidores están haciendo algo?
-Desde los usuarios hay muchas personas que están empezando a tomar conciencia, pero los consumidores siguen comparando los precios de una prenda no sostenible con una prenda sostenible y creo que ahí está el error; la producción limpia tiene un costo más elevado porque no está esclavizando al trabajador, ni depredando el ambiente y ahí es donde reside la valoración que tiene que empezar a surgir desde el consumo consciente.