Juanse, el rockero que desde las cocinas de MasterChef Celebrity 2 está demostrando que tiene dotes para la cocina, relató hace un tiempo que pasó por etapas muy duras y de crisis siendo líder de la banda Ratones Paranoicos.
Y que cuando estaba en el peor de los momentos, tuvo una experiencia mística que lo ayudó a salir adelante y a recuperar la cordura.
"Cuando estás en la cresta de la ola hay muchas cosas que se te van de las manos" contó hace un tiempo a revista Hola. "En mi caso, se me había ido de las manos el consumo, el alcohol, el cigarrillo, el trabajo, que también puede transformarse en algo adictivo", agregó.
Paso siguiente, relató su experiencia mística y un contacto cercano con Dios, que le cambió la vida: "A mí me pasó que estaba en el living de mi casa, había comenzado a estar en contacto con eso que yo veía que podía ocurrir, pero no se me manifestaba de ninguna manera. Entonces entré en una crisis muy grosa, por suerte estaba solo, lloré y me descargué la bronca. Yo no cuento el tiempo, pero fue hace más de diez años seguro", comienza su relato.
Luego, el músico relató que dos o tres meses, estando en el living de su casa, donde se encerraba a componer, leer o mirar por la ventana. "De repente me paré, empecé a caminar hacia la puerta y sentí algo que me llamaba la atención. Volví sobre mis pasos y fue una cosa… Trato de ser gráfico porque es imposible de relatar, pero había como una ficha, un rectángulo transparente quieto flotando sobre mí. Dije: 'Me está pegando algo que me tomé hace una semana'", continúa su relato.
"Caminé, me atravesó y cayó. Era agua, eran lágrimas, como un colirio que rebotó en el piso. Creía que estaba soñando. Inmediatamente, sin escuchar ninguna voz ni nada, se me apareció mi imagen sentado en el sofá pidiendo, como había hecho meses atrás. Fue como '¿querías esto? Bueno, ahora lo tenés, pero con la responsabilidad de permanecer'. Así lo viví yo, pero como somos únicos para Él, cada uno tiene una experiencia diferente", se emocionó Juanse.
El cantante dijo que mientras vivía esa experiencia que lo acercó a Dios, pasaron como seis horas y que su familia estaba preocupada, e insistentemente golpeaban a la puerta. "Dije que me había quedado dormido escuchando música. Después, cuando todo se calmó un poco dentro de mí, lo pude hablar", contó conmovido.
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