Desde hace algunas semanas se lo pudo ver a Donato de Santis disfrutando de la familia en Italia, su país natal. Entrenamiento por los caminos de montaña, cocina al aire libre y cenas con su círculo íntimo dominaron la escena. “La estamos pasando súper bien y me reconforta el alma estar aquí con mi madre, mis amigos y mi familia”, afirmó el jurado de “MasterChef Celebrity”.
En esas tierras el reconocido chef tiene a María, su mamá; a sus dos hermanos y nada más ni nada menos que a 36 primos… un grupo muy grande. La mujer de 91 años goza de un buen estado de salud, pero los achaques de la edad ya se hacen notar. “Le vine a hacer compañía y a darles un poco de respiro a mis hermanos, que la cuidan. Este viaje me permite darles un descanso a mis hermanos y un poco de recambio de energía a mi madre”, relató.
“Ella está bien cuidada, pero se nota que está en su último tramo. Se va apagando despacito, muy dulcemente y es triste explicarlo porque uno quisiera hablar, en otros términos. Pero yo soy bastante realista en estas cosas y la estamos acompañando como mejor podemos”, agregó en una entrevista con Revista Pronto desde Puglia.
El proceso de acompañar a su mamá en un momento especial
El querido cocinero reconoció que “se mezclan muchas emociones y ella es bastante consciente de eso, aunque por momentos también entra en sus túneles de decadencia natural, como todos viviremos llegado el momento”. Sin embargo, aclaró que los problemas son suaves y que tiene una postura de aceptar todo lo que le está pasando.
“Nosotros tratamos de vivir los momentos y que ella disfrute de sus nietos y bisnietos, que son los hijos de los hijos de mi hermano. Tiene un alrededor amoroso y una especie de vivero de nuevas generaciones. Su misión está muy bien cumplida y todos estamos contentos con lo que hizo y con cómo lo hizo. Disfrutamos de los frutos de lo que ella sembró, que somos todos nosotros, nuestros hijos y sobrinos. El propósito de este viaje tiene que ver con eso, con hacernos compañía”, dijo.
Su mamá, su fan
Al ser consultado por Nicolás Peralta sobre si María tenía conciencia de la popularidad que Donato había alcanzado en Argentina, aseguró que ella “siempre lo disfrutó de una forma muy natural y sin exageraciones” usando la “típica mentalidad de una persona sabia de campo que reconoce que el éxito es efímero y que lo importante va por otro lado”.
“Sin estar en los medios, entendió todo, me enseñó que el valor del éxito es relativo y siempre tuvo una mirada muy clara sobre el tema. Es mi cable a tierra o por lo menos lo fue cuando estaba más activa”, sentenció.