El anillo que el príncipe Carlos le obsequió a Diana Spencer por su compromiso, hace ya más de 40 años, tiene un enorme simbolismo, que te contamos en esta nota.
Cuando el príncipe Carlos, heredero del trono británico, le pidió a la futura princesa de Gales que se casara con él, le hizo la propuesta con un anillo de compromiso, que se convirtió en una de las joyas más famosas en el mundo.
Y aunque en 2010 Guillermo le regaló el anillo a quien en ese momento era su novia Kate Middleton, hay una larga historia y otros datos curiosos alrededor de él
Un zafiro ovalado y 14 diamantes
Se trata de un anillo de catálogo, que fue elegido por el príncipe Carlos en la joyería Garrard. A su vez, se trató de una inspiración familiar ya que el zafiro ovalado de Ceilán y los 14 diamantes que lo rodean recuerdan mucho a un broche muy querido por la reina Isabel II.
Por otro lado, dicen que Diana recordaba a su mamá con el anillo. De hecho, después de separarse, se vio a Diana luciéndolo en su mano. Pero, cuando Lady Di falleció no fue el príncipe Guillermo, sino su hermano Harry quien recibió el zafiro.
Por su parte, Paul Burrell, el mayordomo y confidente de Diana en un documental, en 2017, contó que Harry siempre se quejaba de que no le gustaba el anillo siendo niño, ya que al darle la mano a su madre, le llegaba a hacer daño por su tamaño y características.
Cuando la princesa tuvo el accidente que se cobró su vida en 1997, le ofrecieron a sus hijos que se quedaran con un objeto significativo e su madre. El primogénito Guillermo eligió el reloj de Cartier, que su abuelo Spencer le regaló a Diana a los 21 años.
El anillo más imitado
Pero Harry eligió algo más íntimo. Es que nunca olvidó los paseos de la mano con su madre, y dentro de ese recuerdo, cómo la joya de Diana raspaba su pequeña palma.
Por esto el destino original de la joya, hubiese sido con Meghan Markle. Pero sucedió que Guillermo se comprometió antes con Kate Middleton, y el simbólico regalo de su hermano el duque de Sussex, fue el anillo tan preciado, que hoy luce la duquesa de Cambridge.
Con el tiempo, la joya se convirtió en los más buscado e imitado por las joyerías. Por lo cual, se lanzó una línea de imitación para la tienda de regalos. Años después, la duquesa de Cambridge pidió que se retirara de la venta por la importancia sentimental que la joya tenía para ella y su marido.
Cuando Carlos lo compró costaba 47.000 libras, unos 55.000 euros, pero hoy vale 368.000 libras, más de medio millón de euros.
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